Aquel partido ante el Leganés...

Aquel partido lamentable ante el Leganés, el nefasto resultado en Girona, la falta de acierto es Huesca, el ridículo de Balaídos o la derrota ante el Valencia en casa. Ahí ha estado la temporada del Sevilla.

En este tipo de campos se le ha ido la plaza Champions a un equipo que se cayó en la segunda vuelta y que tiró por la borda toda la ventaja que llegó a tener. Fue líder en dos ocasiones, estuvo en puestos Champions 21 jornadas, pero la mala reacción en campos pequeños y la mala racha fuera de casa, han sentenciado a un Sevilla mediocre. Aún así, después de los ridículos de Girona, Villarreal, Huesca, Balaídos, Getafe, solo con haber ganado el choque ante el Leganés de hacer un par de semanas, el Sevilla sería cuarto de LaLiga.

El propio Caparrós así lo ha reconocido en la rueda de prensa posterior al partido ante el Athletic. "Getafe, Girona y Leganés, con tres rivales iguales y no hemos sabido ganarle con el balón a este tipo de partidos. Es una desilusión. El equipo está en Europa y de cara al futuro esta es la exigencia desde el club. Vamos creciendo y hoy la gente medio contenta o menos contenta, creo que es bueno para el crecimiento", decía el utrerano.

Con todas las carencias posibles que tiene la plantilla, con la mala racha a domicilio y con todos los defectos que se quieran apuntar, solo tres puntos ante el Leganés, por ejemplo, taparía todo. Quizá no lo taparía por completo, pero la mirada sería diferente con la Champions en el bolsillo y 30 millones de euros más de ingresos.

Para el recuerdo quedan ya los puntos perdidos y la lección de que en los campos pequeños se consiguen los resultados al final de la temporada. El empate del Valencia en Mestalla en el último minuto, la derrota en Huesca, el 3-0 contra el Villarreal, los dos partidos ante el Getafe, el 1-0 contra un pésimo Celta o el penaltito de Banega contra el Valencia en casa se quedan en la memoria. Para el año que viene hay que aprender las lecciones.