El Sevilla y su dirección deportiva deben acertar cada año en los fichajes, en las salidas y en las renovaciones.
Con la temporada ya empezada, hay varias jugadores del conjuntos hispalense que finalizan contrato en 2020 y que pueden continuar en Nervión, si el club y el jugador lo desean, o bien continuar su destino por separado. En esta tesitura están Daniel Carriço, Éver Banega y Nolito.
En el caso del portugués, el Sevilla y él trabajan desde el mes de mayo en su prolongación de contrato. Carriço es uno de los jefes del vestuario desde que llegara en el verano de 2013 y es una de las piezas de los éxitos del club en esta última etapa. Desde que superó las lesiones, el luso es prácticamente indiscutible y viene de firmar un buen año. Por el momento, con Lopetegui sigue siendo titular. Solo una buena oferta de su país (Sporting de Portugal), podría cambiar los planes. Si todo marcha bien, debe renovar más pronto que tarde.
Con Éver Banega la situación es diferente. El futbolista conoce el interés de Boca Juniors para repatriarlo y que juegue los últimos años de su carrera en su país. Si ya al comienzo del mercado los xeneizes lo intentaron pero el Sevilla lo ignoró, su salida o permanencia queda en manos del futbolista. En el mercado que acaba de cerrar, equipos como el Oporto sondearon al jugador.
Por último está el ejemplo de Nolito. Después de firmar un gran contrato de tres temporadas en el verano de 2017, el sanluqueño está viviendo su mejor momento en el Sevilla. Si en el reciente mercado pudo salir al Celta, suena difícil pensar que pueda llegar una renovación para Nolito. Para ello, el gaditano tendrá que ofrecer un gran rendimiento y bajarse claramente la ficha que percibe. De los tres casos, su continuidad es la más compleja.