Estaba escrito que el primer gol de Luuk de Jong con la camiseta del Sevilla tendría una importancia tremenda. El holandés salió para darle juego por alto al equipo, y su diana vino cuando el partido moría en un extraordinario centro de Jesús Navas.
Con su diana, el delantero lo celebró con rabia. Después de todos los fallos anteriores y las críticas, todo el equipo fue a abrazarse con De Jong. Solo faltó Tomas Vaclik.
Una vez que el encuentro terminó, los cánticos de la grada hacia el neerlandés aparecieron al unísono. En esa atmósfera y tras el pitido final, Chicharito salió del banquillo para abrazar a De Jong, el siguiente fue Navas y así todos los jugadores.
Cuando el equipo se despedía de sus aficionados en el centro del campo, De Jong se acercaba al área de Gol Norte para dar las gracias a los aficionados que coreaban su nombre.
Tras recibir este aplauso, los hinchas sevillistas corearon el nombre de Navas. El palaciego fue el mejor del partido y el Ramón Sánchez-Pizjuán quiso agradecerlo.