El Sevilla se ha impuesto claramente al Dudelange (2-5), en un partido solvente de los hombres de Lopetegui. Además de los goles de Dabbur y Munir, el partido ha estado marcado por el mal estado del césped del estadio nacional de Luxemburgo, estadio local donde juega la selección centro europea.
La hierba se levantó desde el primer minuto y en muchas jugadas la pelota no rodaba por las bandas, claramente, las zonas más afectadas del campo. En definitiva el mal estado del césped era una evidencia. Pues bien, según la UEFA, el terreno de juego estaba en perfectas condiciones para la práctica del fútbol. "El campo está excelente", ponía el portal oficial del organismos europeo de fútbol.
Lo cierto es que el Sevilla ha tenido cierta suerte. La temperatura de siete grados era asumible por los jugadores y el fútbol. De hecho, las nevadas y la bajada importante en el termómetro se espera para la semana que viene. Los de Lopetegui han evitado el frío y que el césped estuviera congelado, como ya le ocurriera al Betis en su encuentro de la temporada pasada.
Solo la UEFA no se percató del mal estado del terreno de juego del Estadio Nacional de Luxemburgo.