La explosión sevillista, con un exultante Lopetegui, tras el pitido final

El Sevilla FC ha vuelto a ganar el derbi sevillano en el Benito Villamarín después de tres temporadas, en un partido disputado en el que el equipo de Julen Lopetegui fue superior pero en el que sufrió en los minutos finales ante el asedio de un Real Betis batallador.

Todos los ingredientes en un partido para que el pitido final de Hernández Hernández desatara la euforia en la parroquia nervionense, comenzando por los jugadores, siguiendo con los aficionados y terminando por Lopetegui.

Las imágenes del vasco en la banda celebrando la victoria son de lo más sorprendente. El entrenador sevillista, habitualmente impertérrito, se desató y desencajó el gesto tras conseguir unos tres puntos que le dejan en una situación magnifica de cara al equipo y a la afición, que no siempre las ha tenido todas con el técnico de Asteasu.

Acto seguido, casi sin solución de continuidad, la celebración sobre el césped se desplazó a la esquina en la que estaban situados los hinchas sevillistas, que en un número de 700 se habían dado cita en el estadio Benito Villamarín.

Lopetegui ya sabe lo que es el derbi y, visto lo visto, lo ha vivido como uno más. Su equipo funciona y se marcha al parón en puestos de Champions y muy cerca de la cabeza de la tabla. Tenía motivos de sobra para celebrarlo así.