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Copa Del Rey
Sevilla
1-0, m, 13: Fernando.
2-1, m. 46: Ocampos.
3-1, m. 78: Óliver Torres.
Jornada 3
3-1
21/01/2020 21:00
Levante
1-1, m. 31: Duarte.

Garantía certificada

Los jugadores del Sevilla celebran el gol de Ocampos.
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El Sevilla de momento deja la emoción de la Copa del Rey para los sorteos. El último le emparejó ante un rival de Primera, el Levante, y este martes ha solventado la eliminatoria de forma solvente, cómoda, autoritaria. Por juego y por resultado. Este Sevilla, además, demuestra que es una garantía total de competitivad, en todas las competiciones. En una eliminatoria a partido único fue tremendamente superior a su rival, por más que la primera parte acabara injustamente igualada. En todos los partidos salta al cien por cien, no se relaja, apura al máximo, y la presión a la que sometió el conjunto de Lopetegui al Levante en esta eliminatoria es un ejemplo palmario.

Además, encontró el gol, y hasta las ocasiones, porque fue más alegre en ataque, hubo más jolgorio ofensivo, sobre todo en la segunda parte, y más acierto evidentemente, pues marcó tres goles, algo que solo había hecho este curso ante la Real Sociedad.

Con estas credenciales, con esta garantía, se presenta el Sevilla en los octavos de final de una Copa del Rey incierta, entretenida y emocionante, que solo se intuye en cada bombo. Se cuela en los octavos de final y es la 15ª vez que lo hace en 16 años.

Notable primera mitad

La primera parte del Sevilla fue notable. Y no fue sobresaliente porque se marchó al descanso con empate y porque le sigue faltando lo que ya el mundo entero sabe, gol. Llegada tuvo, de hecho bastante. Remates, desviados eso sí, también, en buen número. Saques de esquina, seis en la primera mitad. Faltas, posesión, toque, combinación... todo, o casi todo menos la efectividad. Porque tanto De Jong como Nolito como Óliver... lo intentaron sin suerte. El que puso el ojo y el toque con enorme calidad fue un poco habitual en esas lides, Fernando, que visto cómo definió casi habrá que probarlo un día de delantero. El brasileño tuvo doble mérito, además de la pisadita y el gol, pues el tanto que adelantó al conjunto de Lopetegui vino de una presión muy bien ejecutada y llevada por el mismo centrocampista, que propició el robo y recibió en el área el balón de Ocampos.

Por lo narrado, el partido del Sevilla fue casi impecable, pero aún así no se llevó ventaja al vestuario. Porque casi en la única llegada granota Duarte empató en un buen cabezazo a una mejor asistencia de Rochina. El buen hacer de los jugadores del Levante tanto en el pase como en cabezazo no exime a la zaga sevillista de una mala defensa de una falta lejanísima que no fue bien ajustada en las marcas ni en la zona. Y ese fallito, esa mota, se convirtió en polvo y lodo para enfangar el final de la primera parte, en la que de nuevo el Sevilla contabilizó llegadas, sobre todo por la derecha con un inagotable Navas, pero no ocasiones claras.

Y si en la primera mitad ni en llegadas inquietaba el Sevilla a Aitor, fue arrancar la segunda mitad y con medio tiro lo batió. Ocampos no menospreció el regalo del exbético Sergio León, que de un despeje hizo una asistencia. El argentino golpeó rápido y cogió al meta visitante descolocado. No necesitó Ocampos ajustar demasiado la bola para ponerla inalcanzable para Aitor.

Ocampos allana el camino

El 2-1 otorgó al Sevilla una calma que llegó pronto, porque se presumía más trabajado ese segundo tanto. Pero el caso es que el conjunto nervionense siguió encontrándose cómodo y siguió demostrando superioridad. Siguió sumando llegadas, y realmente estuvo muy tranquilo hasta que el cansancio empezó a aparecer. En el que lo hizo de forma más llamativa fue en Banega, que lo demostró en una pérdida que tuvo que solventar Vaclik tras una buena conducción de Mayoral. El Levante había movido pieza antes y fueron momentos de arreón visitante, con más pelota y pisando área. Pero en cuanto Lopetegui sacó al campo a Gudelj por Banega de nuevo recuperó el tempo el Sevilla, con la pelota y sin ella.

Y para más calma aún, llegó un tercer gol que metió prácticamente al Sevilla en los octavos de final. Una buena jugada, con la pelota bien sacada, con Gudelj por cierto participando de nuevo, acabó con un desmarque de De Jong y una asistencia del holandés a Óliver Torres. Hubo fuera de juego en ese desmarque, pero no hay VAR en la Copa y la acción se validó, y el tanto también.

Hasta el final del partido hubo tiempo para ver a En Nesyri, tan activo como desacertado, pues tuvo dos claras ocasiones que estrelló en Aitor. Tiempo tendrá para ir mejorando sus registros y los del Sevilla. Ya sea en Liga como en Copa, porque el conjunto de nervionense sigue con paso firme y ya está en octavos a la espera de la cara o la cruz de este nuevo formato que empieza a ponerse excitante.

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  1. AZOTE RED

    A LLORAR AL FINA DE LA PALMERA VERDOLAGAS LLORONES

  2. Mayule

    Del fuera de juego del segundo Gol no se comenta nada? Como se ve el Plumero , ahora no baja a retirar el equipo?

  3. ATRACO A LAS TRES.

    Del Gol en fuera de juego no dicen nada? Ahora no se llora ni se retira el Equipo jaja, no hablan del VAR, como no hay.Preparate GRANADA PARA OTRO ATRACO.