Suso: nos lo han contado, ahora hay que verlo

Suso Fernández ya es nuevo jugador del Sevilla FC. El gaditano abandona la Serie A italiana tras una amplia trayectoria en el fútbol del país transalpino para completar la plantilla de Julen Lopetegui como último refuerzo blanquirrojo del mercado invernal.

Es precisamente el técnico vasco uno de los grandes valedores de Suso, puesto que, durante la etapa del actual técnico sevillista como seleccionador, el atacante gaditano fue llamado por primera vez para formar parte del combinado nacional pese a que llevaba tiempo mereciéndolo.

Suso vuelve a España, vuelve a la máxima división de nuestro fútbol tras su paso por el Almería en la temporada 2013/14, y lo hace como un futbolista mucho más maduro pero aún con margen y tiempo para mejorar.

Es en el Genoa en el club en el que en primer lugar se empezó a hacer notar Suso. Cedido por parte del Milan tras no disponer de oportunidades en los primeros meses del curso 15/16 (llegó al equipo rossonero procedente del Liverpool en el invierno de 2015), Suso cuajó unos seis meses espléndidos en el equipo rossoblù tras los cuales el cuadro milanés no se lo pensó a la hora de recuperarlo.

En Génova se sintió protagonista, no rehuía de la pelota y comenzó a exhibir de forma descarada su amplio repertorio de golpeos precisos, quizás la mejor cualidad del gaditano.

De vuelta a Milán, el escenario de un club en horas bajas y con la urgencia de recuperar la gloria perdida no le intimidó. Todo lo contrario. Continuó labrando su carrera añadiendo o mejorando las habilidades que ya habían comenzado a brotar en sus etapas en Almería y Génova. Éstas son el gran golpeo de balón, el desborde y la capacidad para asociarse con el o los puntas principales de su equipo.

Zurdo, su posición en el campo pasa por ser casi de forma obligada el extremo diestro. Mezclando su demarcación con el pie con el que acaricia la pelota podemos dibujar de forma simple las cualidades de un futbolista que sólo tiene todavía 26 años, pero que en su trayectoria cuenta con la experiencia de haber crecido en vestuarios de equipos modestos y de superpotencias como pueden ser los casos de Liverpool o Milan pese a que, en sus etapas en ambos clubes, tanto ingleses como italianos no pasasen por su mejor momento.

Su juventud (sí, 26 años es una edad adecuada para seguir creciendo) invita a pensar que, con los mimbres adecuados, puede pulir sus defectos. Y es que, pese a ser un futbolista que vive en campo contrario cerca del área rival no tiene grandes cifras goleadoras. Además de poder desempeñarse en la banda derecha, Suso también ha podido demostrar su valía desde la mediapunta o siendo el segundo punta por delante del ariete.

Tras ser una pieza clave, y quizás el futbolista que ha demostrado mayor nivel en un inestable Milan, esta temporada los vaivenes del equipo milanista se lo han llevado por delante y lo han dejado en el banquillo pese a que Suso es uno de los jugadores más queridos por la hinchada del equipo italiano.

Tener a Suso cerca del área es augurio de que van a pasar cosas. De que va a agitarlo todo a su alrededor. Si el internacional español es capaz de adaptarse con rapidez al libreto de Lopetegui y a los códigos de sus compañeros sobre el césped, el Sevilla gana una pieza de mucho nivel para lo que resta de temporada.