El lunes fue un día histórico tanto para el Inter –rival del Sevilla FC en la final del viernes- como para todo el calcio italiano. Los nerazzurri llegaron a una final europea diez años después, y es la primera escuadra italiana que llega a una final de la Europa League desde 1998. El protagonista entonces fue el Parma entrenado por Malesani y con una escuadra campeona como Buffon, Cannavaro, Thuram, Veron y Crespo.
La temporada del Inter ha sido muy larga y difícil. El protagonista de lo ocurrido tiene en el nombre de Antonio Conte. El técnico de Lecce había firmado el pasado junio de 2019. Grande es la presión que ha recaído sobre sus hombros, a través del importante sueldo que asciende a 12 millones al año. Ya el verano pasado en la casa interista llevaron a cabo una pequeña revolución: a través de las salidas de Icardi, Miranda, Dalbert, Perisic y Nainggolan, entrando Lukaku, Godin, Barella, Sensi, Biraghi y Alexis Sánchez. Sin olvidar los importantes fichajes de enero: Eriksen, Ashley Young y Moses.
En cuanto a la Serie A, queda seguramente un poco de pena, pues hemos visto a la peor Juventus desde 2011 hasta hoy. Para el Inter fue una gran ocasión para volver a ganar ese Scudetto que no consigue desde 2010. Al mismo tiempo también es cierto que la misma Vecchia Signora, aunque poco convincente, tenía algo más, pues no hay que engañarse por el único punto que le sacó a final de temporada, ya que la Juve, tras ganarla matemáticamente, ha bajado el pistón en los dos últimos partidos para concentrarse en el Lyon de cara a la Champions.
Además, en los dos partidos directos la plantilla de Sarri ha jugado mejor y ha dominado al Inter, en Milán y en Turín. Sin olvidar algunos pasos en falso, como los empates ante el Lecce y el Sassuolo, y la dura derrota en casa contra el Bolonia. En cualquier caso, los nerazzurri no llegaban al segundo puesto desde 2011.
Llegando a la Europa League, los nerazzurri acabaron ahí casi por casualidad, tras el increíble KO ante un Barcelona colmado de reservas y de jóvenes. Pero aún más decisivo para la eliminación fue el 1-1 con el Slavia Praga en la primera jornada de la fase de grupos de la Champions League.
Después de eso todos vimos la progresión en la Europa League: además del Ludogorets Razgrad, un equipo claramente inferior desde el punto de vista técnico, el Inter ganó y convenció ante Getafe, Bayer Leverkusen y Shakhtar.
Probablemente, en la reanudación del entrenamiento posterior al confinamiento, Conte ha establecido la preparación para llegar lo mejor posible a la Europa League.
Su dibujo básico es el 3-5-2, que siempre ha sido un sistema de juego utilizado por Conte. Desde el punto de vista estético, su fútbol nunca ha sido muy bonito de ver, pero es uno de los más efectivos. Para llevar a cabo la idea, el trabajo de los defensas es fundamental, y en este caso Godín, muy conocido en España, ha crecido mucho desde el inicio de la temporada. Sin olvidar a De Vrij, líder de toda la defensa durante dos años.
En el centro del campo el eje es Brozovic, pero en este último año el hombre clave en el medio del campo es Barella: además de los goles, el ex del Cagliari está jugando como centrocampista total. En particular, es muy preciso y muchas veces letal en las llegadas.
Lástima para Sensi, quien a principios de año tuvo un gran comienzo con grandes goles y varias asistencias, pero ha estado literalmente atormentado por lesiones desde octubre.
Alresì es fundamental para el trabajo de los extremos, en los que Conte siempre se ha centrado. Particularmente positiva fue la inclusión de Young, quien aportó experiencia y calidad. Y mientras espera a Achraf Hackimi, D'Ambrosio, que lleva cinco años y medio en el Inter, también está haciendo una gran contribución. Sin olvidar a Moses, que casi siempre toma el relevo en la segunda parte pero siempre logra hacer una gran aportación en el carril derecho.
Mientras, el rendimiento de Eriksen sigue siendo un interrogante. El mediocampista ofensivo danés llegó en enero como un gran éxito en el mercado. Sus minutos han sido muy limitados, aunque en muchas ocasiones ha dejado su huella como suplente. Sobre todo, el gol ante el Getafe, que cerró definitivamente la clasificación en un momento en el que el Inter estaba sufriendo. De cualquier manera, incluso entrando al final puede hacer daño en cualquier momento.
En ataque están Lukaku y Lautaro Martínez, que juntos marcaron 54 goles (33 Romelu y 21 el ex de Racing Avellaneda). El trabajo sucio de Lautaro es muy preciado, ya que en la fase de no posesión siempre retrocede para recibir el balón y conseguir remontar al equipo poniendo en marcha la reanudación. En parte recuerda al mejor Carlitos Tevez.
Tanto poco antes del parón como en los primeros partidos después de la reanudación, su rendimiento había caído y parecía estar poco presente. Tanto es así que muchos aficionados del Inter invocaron a Alexis Sánchez, otro peón al que le ha ido muy bien desde junio. Pero ahora finalmente ha cambiado y su contribución está ahí para que todos la vean.
Lukaku en cambio espera quizás más el balón, pero sus zancadas y la capacidad de dar referencias a los compañeros en el contraataque, en particular a los centrocampistas, son increíbles. Destaca también su fuerza física en el desmarque, como en la ocasión del gol ante el Bayer Leverkusen. En cualquier caso, es muy difícil cometer un error cara a cara con el portero contrario.Además, con 33 goles está a uno del récord de Ronaldo, que en 1997/1998 marcó 34 goles. Fue el año en el que el Inter ganó su última Copa de la Uefa. En la Europa League lleva diez partidos consecutivos marcando y contra el Shakthar jugó su partido número 50 de la temporada. Sólo en 2011 Javier Zanetti y Samuel Eto'o jugaron más partidos que él (Zanetti 52 y Eto'o 53).
El Inter lo dará todo para ganar esta Europa League. Los nerazzurri llevan nueve años sin ganar un trofeo (el último fue la Copa de Italia en mayo de 2011 en la final ante el Palermo), por lo que hay mucho en juego.Para Conte, entonces es la primera final europea ganada como entrenador. Ya en 2014 estuvo muy cerca de tocar la final de la Europa League cuando entrenó a la Juventus, pero en semifinales no pudo eliminar al Benfica. En la final habría desafiado al Sevilla FC.
* Raffaele Campo es periodista del portal italiano Europa Calcio.