Marcos Acuña se ha convertido en el quinto fichaje del Sevilla FC para esta temporada. Un refuerzo que apuntala el carril zurdo del equipo y que espera demostrar sobre el campo los 10 millones más variables que ha costado su llegada. 'El huevo', que dio algo tardío el salto a Europa, guarda un sinfín de anécdotas. La más llamativa, la que le da nombre a su apodo.
Lo cierto es que el origen de su mote nada tiene que ver precisamente con el coraje del futbolista, aunque lo tenga. Se remonta a sus inicios, cuando jugaba en canchas de barro y piedra en su Zapala natal. Sus amigos le decían el 'huevo', puesto que se golpeaba a menudo la cabeza y le salían chichones. De ahí su mote. Un apodo que ya adoptó Don Cubilla, el descubridor del futbolista, y que sería decisivo para su salto a la élite.
Precisamente aquella cancha, que ocupa el Club Don Bosco, en la que Acuña dio sus primeros pasos sigue en pie. Ahora la 'custodia' un mural verde con una leyenda que reza "si tienes un sueño, lucha para que se haga realidad", en honor al futbolista del Sevilla.
Un lugar en el que se curtió el futbolista, puesto que a menudo los partidos se tienen que parar porque corren ráfagas de viento de más de 160 kilómetros por hora. Precisamente Acuña no se olvida del sitio que le vio nacer futbolísticamente y, cuando el calendario se lo permite, vuelve a compartir un mate con los más jóvenes.
Exelentes comentarios pero nuestras canchas no son de barro y piedras todas las que hay tienen césped
Pues "el huevo" ha venido al sitio ideal, a un equipo con "guevos".