Pasada la media hora del partido entre el Krasnodar y el Sevilla FC se produjo una jugada de lo más polémica. Los jugadores sevillistas pedían penalti por una mano de Berg en el área rusa ante la presión de Fernando después de un saque de banda efectuado por Ocampos.
Tal y como se ve en las repeticiones de televisión, el jugador sueco toca evidentemente el balón con la mano, tiene el brazo separado del cuerpo y desvía la trayectoria de la pelota, que se le habría quedado en mejor posición al centrocampista brasileño del Sevilla.
Marco Guida, el colegiado italiano encargado de dirigir el encuentro, consultó al videoarbitraje, y tras algunos segundos de deliberación, decidió no sancionar la jugada y dejar continuar el juego. La única duda es que la mano se produjera fuera del área, algo que no aclaran las dos repeticiones que se vieron en la televisión, pero la acción es evidente.
Se observa desde hace unos meses que el criterio en Europa es mucho más laxo que en España a la hora de sancionar estas acciones, pero parece inexplicable que Guida no rearbitrara la jugada pues la mano es evidente.
En la segunda mitad hubo otra jugada parecida para la polémica. Chutó Munir desde fuera del área y Kaio se interpuso en el camino de la pelota. Tenía las manos atrás, pero saca el codo para contactar con el balón. Esta ni la revisó el VAR, pese a que sólo De Jong protestó.
Además, en el caso de que se hubiera producido fuera del área, debería haber pitado la falta tras revisarla. O al menos eso fue lo que defendió el estamento arbitral español en la pasada temporada, en el partido entre el Sevilla y el RCD Espanyol disputado el pasado 16 de febrero de 2020. Sergi Gómez derribó a Calleri tras una mala salida de balón cuando el argentino se iba a plantar delante de Vaclik. La falta, evidente, fue fuera del área, aunque cabía la interpretación de si era merecedora de amarilla –Diego Carlos estaba muy cerca y Calleri no tenía la pelota controlada- o de roja.
Finalmente, el colegiado consultó el monitor y decidió pitar lo que nadie entendió. Falta de Sergi Gómez fuera del área y tarjeta amarilla al central catalán. Según las voces más relevantes del estamento arbitral, aquel día el árbitro acertó al sancionar lo que había sucedido, pese a no entrar en las recomendaciones de uso del VAR. A tenor de esea interpretación, Guida debería haber pitado al menos la falta fuera del área por la mano de Berg, ya que la posición es antinatural, corta la trayectoria del balón y, por tanto, debía ser sancionado.