Y Filomena se tragó a los recogepelotas del Metropolitano

El Atlético de Madrid de Diego Simeone lleva una década haciendo historia por un sinfín de habilidades. Casi todas las ha recuperado el Cholo de golpe en esta temporada en la que tiene a los suyos líderes con ventaja en la clasificación liguera. La capacidad del técnico argentino de tener a toda su plantilla tan concentrada como para apenas cometer errores en los partidos sigue asombrando. Igual que los pormenores que controla desde el banquillo. El otro fútbol, tan necesario a veces como el de darle patadas al balón. Frente al Sevilla FC, con el marcador a favor, los recogepelotas del Metropolitano se convirtieron en estatuas.

Un hecho nada nuevo pero que fue tan descarado tras el 1-0 y tan sorprendente por quedar más de una hora de partido que hasta hubo reprimenda. Se la dio el colegiado del encuentro, Estrada Fernández. El árbitro detuvo el juego cuando el equipo de Lopetegui se disponía a sacar de banda tras haber encontrado al fin un balón. El despeje del Atlético de Madrid hizo que se perdiera detrás de la valla publicitaria y la inacción de los recogepelotas provocó que no hubiera recambio alguno.

Estrada avisó al delegado de campo: basta de triquiñuelas con los recogepelotas. Tras la advertencia algunos se empezaron a mover, aunque lentamente, como no podía ser de otra forma. En muchas ocasiones se ha visto a Simeone en los partidos que su equipo juega como local arengar y ordenar a los recogepelotas. Broncas por ir demasiado lentos cuando no gana el Atlético de Madrid y reprimenda por dar el balón al rival cuando el marcador sí está a favor. Un recurso habitual en todos los equipos pero que el club colchonero lleva con habilidad hasta el extremo. Mejor una bronca del colegiado al delegado que no de Simeone a los chicos del peto fluorescente.