Contra todo, pero con todos detrás

Hay que hacer mil cosas para tumbar al Sevilla FC. Si alguien lo dudaba, que vea el partido de este sábado ante el Getafe CF. Lo tuvo todo en contra el equipo de Julen Lopetegui. Un rival incomodísimo, duro por momentos, con especial amor por las faltas y tácticamente bien trabajado. Dos goles anulados. Una lesión con pinta de grave en uno de sus mejores futbolistas. Un ritmo de partido, cortesía del rival, que desconcentraría hasta a los mejores ajedrecistas. Sin entrenador en la última media hora. Y un marcador de 3-0 que viene a significar, permítanme la exageración, la victoria más merecida de la historia del Sevilla.

Por tantas razones... Sin discusión, el triunfo será dedicado a Lucas Ocampos, lesionado de gravedad. Pero debe ser una victoria, pese al enorme precio pagado, que impulse definitivamente al Sevilla. Quedará empañado por le percance de Ocampos, por las jugadas polémicas, por la trifulca entre los dos entrenadores y por la inminencia del primer duelo ante el FC Barcelona. Pero ha sido uno de los mejores partidos del Sevilla en la temporada. Y eso es decir mucho. Muchísimo.

Lo vio claro Lopetegui: transiciones rápidas y cambios de orientación para abrir huecos en la previsible muralla azul. Y eso que el rival apretó arriba desde el inicio. El Sevilla FC tiene tan memorizado su estilo de juego y ha adquirido tal condición física que está brillando en todos los aspectos. Juego rápido, eléctrico por momentos, con calidad top para sacar el balón desde atrás, movimientos constantes y una fuerza mental 'nadalesca'. Tiró de ella para no irse del partido con tantos episodios increíbles a su alrededor. Y hay que poner esto en valor.

Sobreponerse a todos los elementos posibles es la otra victoria que ha cosechado el Sevilla este sábado. Ha perdido para lo que resta de la temporada a uno de sus mejores jugadores, pero ha ganado todo lo que se podía ganar: tres puntos, el aplauso y la admiración generalizada... y una conjura. La de su hinchada, que va a muerte con ellos y contra todo lo que se ponga por delante. Como demuestran sus jugadores en el césped. La identificación es total y a partir de ahí se puede soñar. Que pase el siguiente.