Marcos Acuña sigue trabajando para superar la que ha sido su cuarta lesión desde que llegó al Sevilla FC. El lateral izquierdo se ha convertido en uno de los fichajes estivales que más rendimiento le está dando a Lopetegui. Le costó entrar en el equipo pero su valía le erigió como incuestionable para el técnico vasco aunque esas molestias cortaron de lleno su progresión.
Un lateral de largo recorrido con una importante proyección ofensiva, que cumple con nota atrás y del que muchos dicen ser una versión mejorada de Reguilón. No obstante, en Ipurúa sufrió un pinchazo en la parte posterior del muslo izquierdo y desde entonces no ha podido volver al equipo.
Una lesión que arrastra desde su etapa en Portugal y que le obliga a parar de vez en cuando, aunque esta es más grave de lo normal y necesita tiempo para cicatrizar. Este lunes volvió a entrenar con el equipo, pese a que tenía previsto incorporarse a final de mes. Un esfuerzo doble con una receta marcada. El lateral ha trabajado como el que más para acortar plazos y volver cuanto antes. Se ha exprimido físicamente fuera de la Ciudad Deportiva.
Más allá de los entrenamientos con el equipo, desde hace varios años tiene a un preparador físico argentino que le acompaña allá donde va, ahora instalado en la capital hispalense, y que le ayuda en su domicilio a seguir mejorando. Su trabajo es complementario a lo que hace en el Sevilla.
Fran Silva, su preparador físico, intenta optimizar sus puntos débiles y mejorar sus virtudes. Mantiene buena relación con los fisios del Sevilla y a raíz del plan de trabajo del plantel especifica esos esfuerzos extras. Su retorno estaba previsto para mediados-finales de marzo pero ha realizado dobles sesiones para tratar de volver cuanto antes. Este lunes ya entrenó y ahora le toca trabajar para estar al cien por cien en el plano físico, lo que ratifica el compromiso del futbolista con el club.