Sevilla soberbio contra la soberbia

Es muy fácil recurrir, en una semana como esta, tras el terremoto, divertido terremoto si se me permite la asociación, de la Superliga a lugares comunes, a palabras vacías escuchadas y leídas una vez tras otra. La Europa futbolística está herida, Un antes y un después, Nada será igual, Esta vez no ha salido adelante pero saldrá, Cisma generado por los grandes... Y bla, bla, bla.

Pues bien, la realidad es que esta semana ha sido magnífica para el fútbol. Doce clubes soberbios... Corrijo, doce clubes dirigidos con soberbia se han llevado un palo histórico y han hecho un ridículo no menos histórico, lo cual es una magnífica noticia para el fútbol, que será o no del pueblo, que será o no de la gente, pero no es solo de esos soberbios dirigentes.

Y también es magnífica porque la naturaleza de esa tropelía comandada por Florentino Pérez le sigue dando en la cara a esos doce y a quienes los secundan y defienden. Esa naturaleza es el Sevilla FC. No solo el Sevilla FC, claro, pero es cien por cien el ADN del Sevilla FC.

Porque el Sevilla FC es un vivo ejemplo de una superación en el fútbol. Un equipo que a través de su buena gestión en todos los sentidos se ha elevado varios escalones, muchos, más de los que nadie habría pensando. A través de esa buena gestión, ese afán de superación, está peleando con los tres soberbios gigantes que lo que quisieron es cortar progresiones como las del Sevilla, equipos como el Sevilla, que se suben a las barbas de los soberbios para intentar arrebatarle lo que creen es que es suyo.

El Sevilla no se sentó en esa mesa de la soberbia. Se sienta ahora en la mesa de la grandeza del fútbol, del que viene desde atrás y es capaz de igualarse a los más grandes. Y lo hace de forma soberbia, pero en su tercera acepción según la RAE, de forma magnífica, grandiosa.