El exfutbolista y entrenador Pablo Alfaro, uno de los capitanes de la plantilla sevillista que logró el último ascenso del equipo a Primera, del que el jueves se cumplen 20 años (3 de junio de 2001), comentó este miércoles que "supuso una liberación devolver al Sevilla al lugar que históricamente le correspondía".
El Sevilla FC ha vivido cinco etapas en Primera y la actual es aún la tercera más larga, por detrás de los 31 años que pasaron hasta el primer descenso en 1968 -con tres años de parón por la guerra- y también de los 22 años consecutivos en la élite entre 1975 y 1997.
El que fuera defensa ha recordado, en declaraciones a Efe, que aquella "fue una Segunda muy dura" y que "el planteamiento inicial" del Sevilla "estaba lejos de dominar la categoría", ya que la llegada de Ramón Rodríguez 'Monchi' al cargo de director deportivo fue "una apuesta importante, con una plantilla nueva y casi toda a coste cero".
"Nos fuimos impregnando de la hoja de ruta de querer estar arriba que puso Roberto Alés -presidente- y Joaquín Caparrós -entrenador-. Seguimos una línea de trabajo desde el principio que nos permitió lograr el ascenso. Sabíamos que si no estábamos unidos, nos costaría mucho salir. Era una categoría en la que estaban el Betis, el Tenerife de Benítez y el Atlético de Madrid, que no logró subir", rememoró Alfaro.
Recordó también que "el sevillismo entendió todo lo que se trabajaba en el terreno de juego", mientras que el plantel, "consciente de la situación del club, aprendió a sentir en sevillista", por lo que "esa comunión entre unos y otros resultó clave".
Para el jugador aragonés fue la temporada en la que volvió "a ver la luz en lo futbolístico y en lo vital. Tenía 30 años, venía de vivir la desaparición del Mérida", donde padeció "muchísimos problemas, fueron dos años complicados en Segunda", de modo que "ese ascenso fue como salir de nuevo a flote", destacó.
Alfaro relató sobre su fichaje por el Sevilla que "la llamada llegó cuando estaba en Salónica (Grecia) para fichar por el Iraklis" y que le "faltó poco para firmar allí" pero que "por suerte, al final" se decantó "por la oferta que llegaba desde Nervión".