La prioridad de la dirección deportiva en este tramo inicial de mercado pasa por agilizar la rampa de salida. Hasta que no se liberen fichas y masa salarial no se podrá acometer una operación de envergadura. En este comienzo de pretemporada son varios los futbolistas que no cuentan para Julen Lopetegui y el Sevilla FC busca acomodo para algunos de ellos. Uno es Rony Lopes, por el que el club busca recuperar parte el desorbitado traspaso que ejecutó hace dos años (encuadrado en la operación por Ben Yedder).
Después de una cesión infructuosa en al Niza, el extremo está obligado a encontrar equipo este verano. No cuenta para Lopetegui y el club necesita liberar masa salarial con su alta ficha. Si hace unas semanas manejaba la opción de volver a Portugal, ahora gana fuerza la posibilidad de irse a Turquía.
ElDesmarque ya avanzó el pasado mes de junio que el propio futbolista había tomado cartas en el asunto para agilizar su futuro. Rony Lopes decidió cambiar de representante y desligarse de Mikkel Beck, el agente del futbolista durante estos últimos años. Ahora, tal y como aseguran a este periódico, el Besiktas aprieta por el jugador, siendo el principal aval de la propuesta el alto salario que le ofrecería. Precisamente ese es el gran hándicap para encontrar equipo, ya que pocos pueden alcanzar los 3,4 millones que percibe por temporada.
El Sevilla está pidiendo entre 8 y 10 millones de euros, aunque tampoco se descartaría una nueva cesión que incluya una opción de compra obligatoria. Esa es precisamente la fórmula que manejaban equipos como el Benfica, sabiendo ya que otros como el Sporting de Portugal o el Olympiacos habrían desestimado su fichaje.
Pues que apriete lo que quieran, pero que ponga los billetes uno detras del otro