El Sevilla FC llega a Elche sin hacerle mucho caso a la clasificación, o más bien ninguno, por lo que señala cada vez que le preguntan a su entrenador, Julen Lopetegui, quien insiste en que cada partido de LaLiga exige al máximo para intentar la búsqueda de los tres puntos.
El conjunto hispalense inauguró el torneo con un claro 3-0 ante el Rayo Vallecano en el Sánchez Pizjuán, en un partido que quedó pronto condicionado por la expulsión del meta visitante Luca Zidane, y después ganó en Getafe (0-1) en la última jugada del encuentro, por lo que la confianza es mínima.
En estos dos partidos marcó el centrocampista argentino Erik Lamela, uno de los refuerzos de la temporada que lleva tres tantos y ha caído de pie en el equipo. El argentino salió al campo tras el descanso y aprovechó a la perfección los minutos que le dio el técnico guipuzcoano, que ahora, ya con más tiempo en el seno de la plantilla y con más horas de entrenamientos, le podría dar un sitio en el once inicial.
Para la visita a Elche, con mal recuerdo de la pasada temporada, en la que los de Lopetegui perdieron y jugaron un mal partido, no debe variar mucho el equipo. Sin Jules Koundé, que había sido titular en los dos anteriores encuentros y no viajó con el equipo, su puesto podría ocuparlo Rekik en el centro de la zaga.
Otros jugadores, como el argentino Lucas Ocampos o Óliver Torres, no entraron en las dos anteriores convocatorias al no estar en plenas condiciones físicas, mientras que la última adquisición, el central danés Thomas Delaney, no es probable que debute después como titular de que este mismo viernes se programara su presentación como nuevo sevillista, aunque Lopetegui ha puntualizado que ha llegado bien y rodado en la pretemporada con el Borussia Dortmund alemán.
Quizás la gran novedad podría ser la titularidad de Lamela partiendo por la izquierda, lo que sería un premio más que merecido a su actuación en las dos primeras jornadas. También se valora la entrada de Rakitic y la opción de que Lopetegui refuerce la medular, pese a que Jordán dejó una imagen gris en la visita a Getafe.