Tras varias semanas de incertidumbre, de opiniones contrapuestas de las instituciones que rigen el fútbol español y de trámites legales, finalmente el Sevilla-Barcelona ha quedado aplazado hasta nueva fecha. El lío de la CONMEBOL con sus internacionales, con un dantesco esperpento incluido en el Brasil-Argentina, ha provocado la suspensión de dos partidos de la cuarta jornada de LaLiga Santander.
El Sevilla, junto con LaLiga, pidió el aplazamiento del encuentro ante el Barcelona, que se iba a disputar este sábado a partir de las 21.00 en el Sánchez-Pizjuán, y el CSD le ha dado la razón al club hispalense este mismo martes. Las bajas con las que se iba a encontrar los de Lopetegui, los argentinos Gonzalo Montiel, el Papu Gómez y Marcos Acuña, han jugado un papel determinante en la petición del club y en la resolución del conflicto.
Todo son buenas noticias por Nervión... y no solo por la suspensión del primer gran partido que se disputará en el templo del sevillismo en 2021. Y es que hay un dato que presagia una nueva temporada del Sevilla haciendo lo que mejor sabe, 'tocar plata'.
Como ha confirmado el tuitero @grandesevilla, las dos últimas veces que se le aplazó un partido de Liga al Sevilla ante el Barça, terminó... ¿Sabéis cómo? Sí, levantando un título.
El @SevillaFC terminó tocando plata las dos últimas veces que se le aplazó un partido liguero frente al FC Barcelona (2006 y 2020). Una simple curiosidad.
— Terenti © (@grandesevilla) September 7, 2021
En 2006 un fuerte diluvio que cayó sobre la ciudad obligó a suspender el partido ante los catalanes. El Sevilla acabaría ganando su primera UEFA en Eindhoven y el Barcelona haciéndole el pasillo a los de Juande Ramos, ya que el partido se disputó tan sólo tres días después de aquel histórico 10 de mayo de 2006. Acabó con victoria sevillista por 3-2 con goles de Dani Alves, Aitor Ocio y Kepa.
En 2020 fue la pandemia mundial del coronavirus la que provocó el aplazamiento de la competición y del Sevilla-Barça, que pasó a jugarse en junio y acabó con un 0-0 que le sirvió a los de Lopetegui a seguir con su paso firme en su lucha por entrar en Champions League. Lo que se vivió un par de meses más tarde en Colonia ya es historia.
Ahora, el Sevilla espera optar a su dorada trilogía. Y el sevillismo, tan contento.