Una vez más, y ya van dos en esta Champions, Ivan Rakitic ha tirado de galones y sangre fría para dar un punto al Sevilla FC. En esta ocasión, tuvo que meter un penalti provocado por Erik Lamela, en una decisión arbitral que encendió al Wolfsburgo.
La secuencia comienza con un despeje de Guilavogui, que deja la plancha e impacta en el tobillo de Lamela. Georgi Kabakov, el colegiado búlgaro que dirigía el encuentro del Volkswagen Arena, no lo vio en primera instancia, pero fue avisado para chequearlo desde el VAR.
El búlgaro pitó penalti, sacó la segunda amarilla al centrocampista del equipo alemán y Rakitic asumió la responsabilidad. Como en la primera jornada ante el Salzburgo, tomó el balón con confianza y chutó igual, al mismo sitio, engañando a Casteels.
En la parte superior de la noticia puedes ver el gol de Rakitic al Wolfsburgo.
200 Kilos para dos empates y de Penalty que no fueron y contra Equipos menores. Evidentemente en Champions no está el ATROMITOS.
Vergüenza de penalti.