El Sevilla se impuso al Wolfsburgo por méritos propios. Fue mejor que el equipo alemán desde principio a fin y, probablemente, jugó uno de los mejores partidos de la temporada cuando más lo necesitaba y cuando más presión había.
Lo cierto es que es la segunda ocasión en la que el Sevilla saca el pecho para decir "aquí estoy yo". Lo hizo en el derbi al que llegó muy tocado y lo ha vuelto a hacer en la Champions League.
Para sumar esos tres puntos, el Sevilla tiró de intensidad, de robar la pelota muy arriba, y de la mejor versión de Ocampos, Jordán, Rakitic, Fernando y Acuña. Para el que escribe, los mejores del encuentro.
Mención aparte merece Marcos Acuña. En estos momentos se trata, probablemente, del mejor lateral de LaLiga y, seguramente, de uno de los mejores de Europa. Volvió a cuajar un encuentro tremendamente completo. No le dio ni un centímetro a su par, se animó en ataque como siempre y mostró su entrega en cada jugada. Está a un gran nivel y es un baluarte para el equipo.
El Sevilla tiene en su mano la clave para pasar a los octavos. El equipo depende de sí mismo para estar en la siguiente ronda. Si gana en Salzburgo no habrá que hacer más cuentas. La receta está clara: jugar un encuentro similar al firmado contra el Wolfsburgo. Queda mucho. Tanto, que primero llega el Real Madrid. La línea está escrita. Parece que la presión tiene gran parte de culpa.