Iván fue el nombre del partido, con permiso de Lucas. Ivan fue este sábado en Nervión ese héroe esperado, ese hombre hecho y derecho, ese sevillismo al más puro estilo croata que de sus botas saca garra, energía, jerarquía y, sobre todo calidad. Iván fue también el joven que lo quiere todo, que lo busca todo, que choca con las torres y a fuerza de golpes acabará derribándolas. Lucas fue la garra. La verdad de esto. Lucas es el mayor cholismo que hay más allá del Atlético de Simeone, y se dejó la piel -literalmente- para lograr el botín. Tres puntos, solo. Tres puntos, tanto para el Sevilla.
Que Simeone solo jugara en España en el Atlético de Madrid y el Sevilla FC no es casualidad. Igual si se hubiera apellidado Simeonarrieta el Athletic habría buceado en sus antepasados, pero no es el caso. La intensidad en LaLiga Santander se vive en Nervión y en el Wanda, y sobre todo cuando estos dos equipos se enfrentan. Esta vez el Cholo fue el que hincó la rodilla ante un Sevilla que quiere tomar el testigo de la alternativa que él conformó hace ya casi una década.
Lopetegui sorprendió de inicio metiendo a Iván Romero como referencia arriba. Un canterano y un delantero de un perfil muy distinto a los que ha usado desde que llegó, quizás porque la lucha aérea con las torres colchoneras la dio por perdida de antemano, y también porque el delantero del Sevilla Atlético es uno de esos ratones que incordian continuamente a defensas de este corte. Además, optó por Rekik en el lado izquierdo de la zaga, sentando a Augustinsson y dejando a Acuña para cuando la batalla estuviera en todo lo alto. El que sí volvió fue Ocampos, algo falta de ritmo tras sus dos semanas de parón, pero al que el fuego del partido se le fue metiendo dentro hasta ser, otra vez, decisivo.
La primera jugada del partido fue un deja vu de San Mamés, un error en el pase de Koundé que propició la primera ocasión atlética con un disparo lejano de Correa que casi descalabra a Bono contra la valla publicitaria. Como en Bilbao, había fallos en la salida, pero el equipo encontraba casi siempre a Rakitic cuando se equivocaba, convirtiendo errores en buenas jugadas.
El croata se marcó una primera parte descomunal, casi la mejor desde que regresó a Nervión. Aunque hubiera sido pésima, se habría convertido en excelente con el golazo que marcó en el minuto seis. La primera llegada intensa arriba, tras varias opciones, acabó en un pase atrás de Rekik a Rakitic, que soltó un zapatazo brutal para quitar las telarañas de la escuadra de la portería de Oblak. Imparable hasta para él.
Rakitic se marcó una primera parte descomunal, casi la mejor desde que regresó a Nervión. Aunque hubiera sido pésima, se habría convertido en excelente con el golazo que marcó en el minuto seis.
El Sevilla se encontraba cómodo ante un Atlético que no terminaba de carburar, pero la plaga de lesiones volvió a jugar una mala pasada al equipo. Montiel, que llevaba buena parte del peligro por la banda derecha asociándose con Ocampos, tuvo que marcharse lesionado antes de la media hora. Lopetegui metió a Koundé como lateral -la otra opción era Juanlu-, pero sorprendió no sacando a un lateral izquierdo y desplazando a Rekik, sino colocando a Gudelj como central diestro.
La entrada del balcánico y el cambio de posiciones hizo que el partido virara hacia el lado de los de Simeone. Por donde estaba Gudelj había avería y a los cuatro minutos se vio claro. El serbio dudó y Lemar tiró casi sin oposición. Su disparo no fue bueno, pero Bono lo repelió a córner y en el saque de esquina el propio Lemar la puso de dulce y Felipe remató a placer en el área chica. ¿Quién falló en la marca? Contéstese usted mismo.
El cambio y el gol dejaron al equipo desnortado, y hasta el descanso no fue capaz de someter a un Atlético que iba sintiéndose cada vez más cómodo, con un arbitraje muy de su gusto -que no malo, al menos hasta entonces- como el de De Burgos Bengoetxea.
Tras el descanso, los colchoneros ya habían olido la sangre y empezaron a ser ellos, ese equipo pesado y machacón que te acaba metiendo en su área a fuerza de no rendirse. La primera fue de Carrasco y tapó Rekik… pero la segunda fue de Rakitic, como diciendo que ahí estaba él, y ahí estaba su equipo.
Lopetegui tocó teclas y durante minutos cambió el sistema con tres centrales y Acuña -que no terminó el partido y nunca se le vio cómodo- y Ocampos en los carriles. El Sevilla se veía capaz. Y el Atlético también, sobre todo cuando el partido se empezó a enmarañar por un rasero un tanto cuestionable del colegiado. Se enrareció del todo el choque por una patada fea del Papu sobre Lemar a la que respondió una igual de fea de Koke sobre Ocampos. Amarilla a uno y a otro no.
En ese barro se siente genial el Atlético y el partido se iba decantando hacia la portería de Bono mientras el Sevilla apenas llegaba al área de Oblak. De nuevo Lopetegui cambió el sistema y ahí creció su equipo, que buscaba la victoria en un último halo de esperanza.
Y como la Esperanza habita, hoy más que nunca, en Sevilla -ponga cada uno el barrio que más le guste-, el gol del candidato llegaría. De nuevo Rakitic botó un córner que, tras varios rechaces y un larguero, le cayó a Ocampos, quien fusiló a Oblak para hacer estallar a un Nervión, ahora sí, como el de antes de la pandemia. Protestó el Atleti acciones que otro arbitro podría haber pitado, pero no De Burgos Bengoetxea este sábado en Nervión. Habría sido injusto con el partido, con el Sevilla y consigo mismo.
Protestó el Atleti acciones que otro arbitro podría haber pitado, pero no De Burgos Bengoetxea este sábado en Nervión. Habría sido injusto con el partido, con el Sevilla y consigo mismo.
Una batalla así no podría terminar sin épica. La de Ocampos despejando el último balón y cayendo mareado al suelo, o la del centro chut de Joao Felix que tocó la madera. Tras el recuento de heridos, el de puntos. El Sevilla suma nada menos que 37, ocho más que el vigente campeón. Hoy sonrió esa banda que capitaneaba Ivan. Sin tilde.
Solo se les pide a rakiti y al papi que jueguen más al futbol , pero no hace falta ser un iluminado que lleva una temporada y media a rastreando se por los campo sino mira los partidos de la pasada temporadaa y casi toda la que lleva de esta,, que lleva 2 partido y medio bueno pero si el que pono los huevos hay es Ocampo si el papi noseva de nadie, ya ni baila jaja, y rakiti mucho Sevilla de boca al campo a correr y jugar, que paeso es delos que más cobran, no le boy a exigir a Iván Romero,,
pero a mí que carajo me importa el gol de Felipe,ni de Felipe,lo que me importa es el resultado de mi equipo y punto,que solo sabéis criticar,y el iluminado que critica a rakiti,y al papi,no tienes ni puñetera idea,de lo que hablas,rakiti,ha echo un partidazo,que partido has visto,te quieres ir ya parai,hombre.
Delaney está cubriendo el segundo palo y cambia la marca cuando Gudelj se queda atrás. De hecho, tras Gudelj no hay ya ningún jugador atlético cuando Felipe le supera. Creo que está bastante claro aquí: https://eldesmarque.com/madrid/atletico-de-madrid/noticias-2/233219-felipe-puede-con-todos-el-cabezazo-que-empato-en-el-sanchez-pizjuan Saludos
Rakiti menos hablar y jugar más al fútbol que ganas mucho y para lo que juegas, éste es otro papu una jugadita y a comer del cuento
El gol de Felipe Augusto no es fallo en la marca de Gudelj, sino de Delaney que no le salta por delante. A ver si dejamos de hacer las crónicas por lo que dicen lo de Movistar Plus, ya que eso mismo ha sido lo que ha dicho Álvaro Benito en el gol del Atlético "ha sido fallo de Gudelj" y en la repetición se ve claramente que es Delaney...