"¿En qué se parece el fútbol a Dios? En la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales", decía Eduardo Galeano. Y bien, en el Reino Unido el deporte rey es algo muy parecido a la religión, en la que hasta los ateos tienen sitio. Un lugar de encuentro, donde aliviar sinsabores y encontrar un placer intangible. La excusa perfecta para los abrazos, los besos y los encuentros. Un clavo al que agarrarse cuando la vida carece de sentido. Y así sienten los miles de aficionados de West Ham que cada fin de semana despojan sus gargantas para entonar el Blowing Bubbles. Un himno que se fraguó en el antiguo Upton Park y cuyo recuerdo permanece en las paredes de The Boleyn Tavern.
Hoy, en una de tantas historias por contar, atravesamos el muro del The Boleyn Tavern para dar a conocer cómo es el lugar de culto de los hinchas del West Ham, próximo rival del Sevilla FC. Un club sin ideología definida, aunque la mayoría de sus miembros históricamente han estado ligados al nacionalismo y lealismo británico debido a sus orígenes obreros. Cada domingo, un sin fin de culturas se congregaba, y algunos de ellos lo siguen haciendo, en Boleyn Ground.
Este se encuentra a escasos metros del antiguo Upton Park y aunque la marcha del equipo al distrito vecino de Stratford parecía convertirse en su verdugo, ese lugar añejo de puro fútbol aún sigue siendo (cada vez menos) la sede oficial de muchos hinchas del West Ham. Una casa victoriana de ladrillo e interiores de madera que se fundó en 1899, a menos de 100 metros del antiguo estadio y enfrente de la Estatua de lo Campeones, erigida en homenaje a los tres integrantes del WHU que ganaron el Mundial del 66.
Un lugar ideal para reunirse para tomar unas pintas copa antes y después de los partidos en casa. También el encuentro para los hooligans, quien invitan a los hinchas a unirse y compartir lo que tantas generaciones han vivido. Un pub en el que se fraguaban movilizaciones, propuestas sociales y que inspiró a más de una compañía cinematográfica.
Ahora el vicio del 'modernismo' lo ha convertido en un área residencial con 838 viviendas, un parque y una zona recreativa ocupan los terrenos del Boleyn Ground, cuya demolición comenzó en 2016, pero el pub se mantiene vivo al tener la condición de edificio histórico de Londres. Su nombre se debe a que el antiguo estadio estaba construido sobre el Boleyn Castle, donde vivió Ana Bolena, la segunda esposa de Enrique VIII.
Tras una reforma de 18 meses, The Boleyn Tavern reabrió sus puertas en verano de 2021. Los propietarios, quienes se gastaron millón y medio de libras en reformas, devolvieron al lugar el aspecto original que tenía cuando abrió en 1889.
También era conocida como Green Street House, de ahí el nombre de la famosa película de Hooligans... Y precisamente de ello hablaremos en el próximo capítulo. ¿Quieres adentrarte en el interior del Boleyn Tavern? Mira el vídeo que encabeza la noticia.