El Sevilla FC es segundo en la tabla clasificatoria de LaLiga Santander. Mantiene el puesto a pesar de la mala racha de resultados y lo hace, sobre todo, porque no pierde. En eso tiene mucho que decir la fortaleza defensiva del equipo, y también su portero, Yassine Bono, que aunque no jugó el pasado domingo por una lesión de última hora está muy cerca de conseguir el primer Trofeo Zamora de la historia de la entidad.
En estos momentos, el marroquí es el principal candidato a convertirse en el portero menos goleado de la categoría, algo que nunca ha sucedido en Nervión. El coeficiente de Bono es de 0,57 goles encajados, ya que ha recibido 13 en los 23 partidos que ha disputado. Está muy por debajo de sus perseguidores, pero hay algo que tiene que solventar para conseguir este galardón.
La organización del Trofeo Zamora indica que los porteros tienen que jugar un mínimo de 28 partidos, por lo que a Bono aún le quedan cinco para alcanzar esa cifra. Con nueve jornadas por disputar y con la titularidad totalmente en sus manos, todo hace indicar que lo conseguirá, pero nunca se está exento de que sucedan inconvenientes como el del pasado domingo. De momento, el portero sevillista se ha marchado con Marruecos en el parón, así que parece que aquello quedó en un susto.
Ahora mismo, sólo 15 porteros están en disposición de alzarse con el Zamora, pues son los que pueden alcanzar esos 28 partidos. La goleada del FC Barcelona al Real Madrid en el ‘Clásico’ dejó tocado a Courtois, cuyo coeficiente es de 0’86 goles por partido.
Menos de uno tienen Álex Remiro (0,96), Unai Simón (0,92) y Rulli (0,84). Entre esos cinco porteros estará el Trofeo Zamora, aunque Bono necesita jugar cinco de los nueve partidos que restan para alcanzarlo. Es el mejor posicionado, y se podría dar incluso la circunstancia de que si el Sevilla no se juega nada en las últimas jornadas -algo complicado-, Bono se quede en el banquillo para asegurar este galardón.
Pero es para el o para todo el equipo?