Hugo González y el Sevilla FC: un amor desde que tomaba el biberón

Pocos amores existen tan sinceros como el de un hincha que ama al Sevilla FC. Una pasión inalienable, sufrida y gloriosa. Esa relación caprichosa que brinda algún desengaño y también alegrías inolvidables. El club que te enseña a querer, a sobreponerte a los obstáculos. La entidad que te educa y también forma. Ejemplos como el de Hugo González, referencia ofensiva y máximo artillero (5 goles) de LaLiga Promises.

Hugo González del Pino (10/03/2009) y Adrián Sollero Méndez (11/01/2009) han sido también nombres propios de este Sevilla FC. Hugo y Adrián. Zipi y Zape. 21 y 25 goles en la liga local. Los dos hombres de ataque del infantil sevillista y un verdadero quebradero de cabeza para los rivales. Presionan cada balón como si les fuera la vida en ello, se entienden con solo mirarse, se buscan en ataque, tienen picardía... y el gol entre ceja y ceja.

En esta edición es el primero el que mayores registros atesora. Con cinco goles oposita a ser uno de los máximos artilleros de esta edición de LaLiga Promises Internacional. El último, en los cuartos ante el Liverpool. Pero detrás de todo eso, hay mucho más que un delantero. Un futbolista con un magnífico trato de balón, un sensacional juego de espaldas, capaz de bregar con los rivales, ser solidario en tareas defensivas y entender a las mil maravillas lo que su técnico, Fran Rubio, le pide.

Y además, es sevillista de cuna y de corazón. Hugo González empezó en el prebenjamín B. De la actual plantilla nadie lleva más tiempo que él en la cantera, ligado prácticamente desde que empezó a darle patadas a un balón. Cuentan los que lo conocen que desde categoría bebé, con apenas cinco años, ya deslumbraba al que lo seguía y pese a ser un niño siempre tuvo claro su sueño: jugar en el Sevilla de su alma.

Un futbolista que atrae, como su equipo, de ahí que los asistentes sonrían cada vez que el Sevilla pasa rondas. Una oportunidad más para ver a una de las sensaciones del torneo. Calidad, compromiso y amor al servicio de los colores rojiblancos. Hay futuro. ¿Por qué no?