El mercado de fichajes del Sevilla FC, un año después. El conjunto hispalense vive otro (y habitual) mes de julio con turbulencias, nervios en la afición y pocos movimientos que renueven su plantilla. Nada es nuevo en Nervión y la dirección deportiva se agarra a la perspectiva para seguir trabajando paso a paso.
Hasta 17 jugadores abandonaron el Sevilla el pasado año entre el mercado invernal y el veraniego. Como de costumbre, en el Sánchez-Pizjuán se vivieron multitud de cambios y, muy a pesar de Monchi, algunos fueron tan criticados como halagados por igual.
El más llamativo fue, sin lugar a dudas, el de Bryan Gil. Con el chico brillando con las inferiores españolas, el Sevilla cerró su salida al Tottenham en un intercambio por Lamela además de algo más de 20 millones de euros.
Por entonces, parecía una nefasta operación. Monchi defendía que era tan dolorosa como necesaria y el tiempo acabó dejando como beneficiados a los que tomaron la decisión: el extremo se atascó en Londres, se marchó cedido al Valencia sin demasiado brillo y un año después busca nuevo equipo.
Tampoco le fue demasiado bien a hombres como Amadou, diez encuentros en el Metz y otra vez sin equipo (como Gnagnon), Escudero -descendido con el Granada- o Aleix Vidal, que a pesar de haber participado mucho nunca llegó a asentarse como titular en el Espanyol.
En el RCDE Stadium sí fue titular, aunque con actuaciones irregulares, Sergi Gómez, que por momentos fue duramente criticado. Asentados como titulares también estuvieron Vaclik, en Grecia, Franco Vázquez -gran temporada, pero en la Serie B italia- y Juan Soriano -titular en LaLiga SmartBank-. Lara, igualmente, se asentó en el Betis Deportivo, que perdió la categoría.
Berrocal sufrió muchísimo para mantener la categoría en Segunda con el Sporting, Rony Lopes fracasó en Grecia y Óscar nunca se asentó en El Coliseum con el Getafe.
🤝 Acuerdo con el @RCCelta para la cesión de Óscar Rodríguez por una temporada. ⚪️🔴
¡Mucha suerte, Óscar!#WeareSevilla #NuncaTeRindas
— Sevilla Fútbol Club (@SevillaFC) July 8, 2022
Los cuatro únicos que pudieron sonreír, aunque no demasiado, fueron Idrissi -que jugó buenos partidos en Cádiz-, De Jong -que aunque fue suplente habitual dejó goles importantes en el Barça-, Arana y Pozo, que consiguió el ascenso con el Almería siendo un habitual de Rubi.
La realidad es que ninguno de los descartados por Monchi y Lopetegui el pasado año brillaron en exceso. Alguna pincelada, sí, pero por debajo del nivel exigido por los de Nervión.
Otro capítulo habría que dedicarle a las llegadas, que igualmente tampoco fueron las mejores y entre lesiones, adaptación y ritmo, tampoco serán recordadas en el tiempo.
El poder de la perspectiva, un año después.