Tanguy Nianzou ya sabe lo que es jugar en el Sánchez-Pizjuán. El central del Sevilla FC, que se entrenó por primera vez este pasado jueves con la plantilla de Julen Lopetegui, debutó este viernes con la entidad blanquirroja en un encuentro, en términos generales, muy positivo.
Un entrenamiento y al equipo titular. Tanguy Nianzou, último fichaje de Monchi para el Sevilla, debutó este viernes con el conjunto nervionense en un encuentro en el que, en apenas media hora, dejó claras todas sus cualidades: inteligencia, descaro, buen juego por alto y un buen número de movimientos al servicio de sus compañeros.
No empezó demasiado bien. Como es lógico, el jovencísimo ex del Bayern saltó al césped con algunos nervios de más y en sus primeras acciones casi le cuestan caro. Un par de imprecisiones sacando la pelota, algún buen consejo de sus compañeros y a jugar.
Su primera gran acción llegó pasado el primer cuarto de hora. Tras un buen córner lanzado por Jordán, el francés entró con todo en el primer palo y su cabezazo casi pone el primero en el marcador. Su participación en el primer tiempo se basó, ante la falta de presión rival, en combinar, combinar y volver a combinar.
Si la primera la empezó con nervios a flor de piel, la segunda lo hizo con nervios de acero. Jordán, que no firmó ni mucho menos su mejor partido, perdió el balón en el centro del campo y el zaguero, en un uno contra uno clave, salvó la bola ante Guardiola (fue muy protestada por el equipo de Pucela).
Tuvo alguna más de ahí al final, pero entre tanganas, errores y la precipitación nervionense, su figura acabó pasando a segundo plano.
El primer día de Nianzou es positivo. El chico arrancó sin errores groseros, sin salir en la foto y llevándose un buen número de abrazos y reconocimientos de sus compañeros, que bien saben que no es fácil debutar así en el Sevilla.
#SevillaFCRealValladolid 0-0 (62') Remate de cabeza de Nianzou por encima del larguero #LaLigaSantander
— ElDesmarque Sevilla FC (@eldesmarque_sfc) August 19, 2022
E hizo un penalty que no le pitaron nadie sabe porque...