La vida no está siendo fácil para el Sevilla sin Diego Carlos y Koundé. Dos salidas anunciadas y más que esperadas en el sevillismo, pero que, de momento, han dejado al descubierto sensibles carencias defensivas. A expensas del regreso de Marcao, y con Nianzou, Guldej, Carmona o Rekik como alternativas, Lopetegui no encuentra la solución a un entramado defensivo con una endeblez evidente.
Los números lo dejan claro. Este Sevilla FC aún no ha logrado dejar su portería a cero en los tres partidos oficiales que ha disputado. En total son cinco ya los goles encajados. Un bagaje que le hace ser, a falta de cinco partidos por disputar, el tercer equipo de LaLiga con más tantos en contra. Unos números que distan mucho de lo registrado hace justo un año, cuando la retaguardia estaba consolidada como una de las más seguras de Europa.
De hecho hace un año por estas alturas el Sevilla apenas había encajado un gol. Y lo hizo en la jornada tres. Antes, había dejado su portería a cero en los dos primeros partidos. Un entramado defensivo que ofrece evidentes carencias sin Diego Carlos y Koundé. Un aspecto a resolver por Lopetegui, aunque el problema no es únicamente de los centrales.
Eso sí, los números son reveladores. El Sevilla FC ha perdido dos de sus tres primeros partidos ligueros en LaLiga por primera vez desde la 96/97, con un triunfo y dos derrotas. Campaña que por cierto terminó descendiendo de categoría. Y eso no queda ahí. Con un único punto, el Sevilla firma su peor inicio liguero en 41 años. Todo ello ante Osasuna y dos recién ascendidos. FC Barcelona, Espanyol, a domicilio, Villarreal y Atlético son los próximos rivales en Laliga.
Cada vez que leo las autenticas varvaridades que se estan pagando por los fichajes en europa y me acuerdo en lo que se a vendido a la mejor pareja de centrales de europa, me acuerdo de Castro,Monchi y la madre que los pario, Que mala gestion Monchi/Castro.
Señores es muí fácil echarle la culpa a lopetegui cuando todos sabemos de donde viene el problema.señor castro monchi y compañia
Decía el caradura de Manolito Aguilar que estaba bien vendido por ese dinero, estómago agradecido sin vergüenza