Solo lo urgente, solo ganar, que no es poca cosa. Esa es la gran lectura positiva para el Sevilla FC que consiguió su primera victoria de la temporada al quinto partido liguero, sexto de la temporada. El día en el que Lopetegui se la jugaba, el cuadro nervionense venció ante el Espanyol, no sin sufrimiento y sin cuestiones que resolver para el futuro.
Claro que por encima de todo el fútbol son victorias y eso es lo que hizo el Sevilla en un día al que llegaba con el agua al cuello y después de una semana de reuniones, runrún y un ambiente enrarecido por la evidente crisis de resultados y juego. Los triunfos todo lo curan y puede ser un punto de partida para el necesario cambio sevillista.
Y es que, por ejemplo, la victoria no debe esconder la fragilidad defensiva, también mental del Sevilla. De un 0-3 al filo del descanso, acabó en un 2-3 con ocasiones finales para el Espanyol que cargó el área hasta el descuento y encogió los corazones de los sevillistas. Nada que ver a la solvencia atrás del equipo años atrás.
La gestión de ese resultado es una cuenta pendiente, como también templar los ánimos en determinados momentos. Lamela, exquisito en el primer gol, debió mostrarlo en la entrada que acabó convirtiéndose en la segunda amarilla y su expulsión en un momento crítico del partido. La veteranía del argentino no fue esta vez suficiente.
Claro que también la victoria, al margen del resultado en sí, deja lecturas positivas. La apuesta de Lopetegui por canteranos, como en el caso de Carmona que respondió con dos goles y una asistencia. O el crecimiento de Isco que puede llegar a ser asidero para la ilusión, no solo cuando tiene la pelota en sus pies y asume responsabilidades.
El tiempo dirá, pero eso es precisamente lo que gana el Sevilla después de sonreír por primera vez, no sin sufrimiento, y alcanzar la primera victoria de la temporada. Los triunfos llaman a los triunfos. Claro que para ello, debe seguir puliendo errores y mejorando situaciones futbolísticas que también quedaron evidenciadas en Cornellá.
Solo un gol más y ya conoceríamos al nuevo entrenador. No entiendo que un gol sea tanto aval, después de asistir a la misma pelicula de terror de siempre.