Isco busca compañero de baile

La música suena, pero no tienes acompañante de baile. Isco Alarcón escuchó la melodía de la UEFA Champions League en Copenhague y, desde ese preciso instante, empezó a mostrarse: en zona de iniciación, de creación y de finalización. En todos sitios, pero (casi) siempre solo.

"Un futbolista que ha jugado ocho años en el Real Madrid es porque tienes que tener algo", decía Monchi sobre Isco. El malagueño tiene cosas, que bien se diría en un ambiente mucho más íntimo, pero esas cosas necesitan asociarse con el resto.

El que fuese centrocampista habitual en la selección española fue el jugador, del centro del campo hacia arriba, que más pases realizó ante el Copenhague (70), pero no solo eso, sino que dio casi los mismos pases que Delaney (32) y Rakitic (41) juntos.

Intentó combinar con un Lamela atropellado, con un En Nesyri peleado con el balón e incluso con un Ivan Rakitic que volvió a dejar la sensación de que en su cabeza todo pasa mucho más lento que en la realidad. El croata no está fresco, es la realidad. Nadie bailó a su ritmo.

Isco fue, con mucha, mucha, mucha diferencia, el futbolista que más regates completó (6), que más disparó (3) y el que más toques tuvo con el balón (98), pero todo esto no sirve de nada si el exmadridista tiene que ser el que saque el balón desde atrás y de el último pase. Spoiler: es imposible que lo consiga.

El Papu intenta acercarse a él, ofrecerle un apoyo, pero nunca es continuo. Jordán, Rakitic, Óliver Torres, Delaney e incluso hombres como Suso o Januzaj tienen que empezar a bailar, porque el tiempo aprieta, Lopetegui no tiene demasiado... e Isco necesita encontrar a su compañero de baile ideal.