Serán, en teoría, prácticamente los mismos nombres. Serán, como bien decía Pepe Castro hace días, casi los mismos que han llevado al Sevilla FC a lo más alto, pero lo que hace un año parece que fue una década. Lo que fue el 7 de noviembre de 2021, contra lo que será el 6 de noviembre de 2022.
Bono, Montiel, Koundé, Diego Carlos, Acuña, Jordán, Fernando, Rakitic, Ocampos, Lamela y Rafa Mir. Podría ser, a excepción de un par de nombres, el once que Sampaoli presentase este domingo ante el Benito Villamarín, pero fue la alineación de Lopetegui en terreno bético la pasada temporada.
Aquella noche todos (o casi todos) lo hicieron bien. Montiel brilló, Jordán estaba muy fino, Fernando sobresaliente y Rakitic rozando el notable alto. El peor fue Lamela y ahora es, visto lo visto, casi de los mejores cada partido.
🗣 “Hay un componente pasional, pero no cambia nada. Tenemos que mejorar como equipo”
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— ElDesmarque Sevilla FC (@eldesmarque_sfc) November 4, 2022
Apenas ha pasado año, pero la sensación es que fue hace una década. Sin Koundé ni Diego Carlos, el Sevilla ha pasado de ser alternativa al título a ser alternativa al descenso. Jugadores como Montiel, Acuña, Jordán o Rakitic están lejísimos de aquel nivel presentado ante el Betis y Fernando, que es lo más preocupante, lleva semanas peleándose contra sí mismo para poder jugar. Un auténtido drama.
Ya no está Lopetegui y los fichajes de verano ya no son lo bueno que eran antes. Hasta Monchi parece no valer para su puesto ahora.
Apenas ha pasado un año, pero parece que ha sido una década. El Sevilla se presentará, en teoría, con casi lo mismo que hizo el curso pasado, pero su imagen, su confianza, su fútbol, en teoría, está lejos de ser el mismo. ¿Y el resultado?