Desde que Rakitic llegó en 2011 a Sevilla, el croata y la ciudad se han hecho uña y carne. Si su acento le expone, gestos como el del costal lo evidencian aún más. ElDesmarque ha hablado con Francisco Javier González, un costalero que tiene una curiosa conexión con el sevillista pese a ser bético. Fue el que le invitó a formar parte de un paso, pero la mujer de Rakitic, Raquel Mauri, evitó que esto ocurriera.
En el vídeo superior, la curiosa anécdota del costalero Francisco Javier, Iván Rakitic y Raquel Mauri un miércoles santo.
La niña de Francisco Javier es sevillista a diferencia del padre. Su ídolo, Rakitic. Como el padre ya sabía lo que le gustaba al jugador, decidió cederle su costal a Naiara, su hija de once años, para que lo intercambiara por una camiseta del croata. Al finalizar el Sevilla – Copenhague de UEFA Champions League, Naiara pudo darle el costal a Iván y él le obsequió con su camiseta.
“Quería una camiseta suya desde pequeña. Mi padre se lo encontró en un miércoles santo, charló con él y como le encanta la Semana Santa, se nos ocurrió lo del costal. Mi corazón estaba a mil, temblando y aguantando las ganas de llorar. Lo único que me acuerdo de que le dije ‘te quiero’. Y cuando le di el costal me dijo ‘muchas gracias. Es mi ídolo desde pequeña y quiero que se retire en el Sevilla. Me encanta como juega y su forma de ser”, comenta la joven.
Tras el partido, el croata salió del campo con el costal bajo el brazo, algo que sorprendió al padre: “Yo no me lo esperaba. Pensaba que se lo iba a guardar en una bolsa, pero qué va, parece que venía de un relevo”, comenta Francisco Javier. Lo cierto es que Rakitic guarda mucho respeto por todo lo relacionado por la religión. El jugador, además de un apasionado de la semana santa, es muy creyente.
Gran tipo Rackitic.
Pues preparado está de sobra porque no veas como arrastra los pies por el campo