Pape Gueye, mucho más que físico: el debut del último fichaje del Sevilla
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Pape Gueye debuta con el Sevilla en el Camp Nou
Pape Gueye, mucho más que físico. La llegada del jugador del Marsella al Sevilla, de primeras, significaba un salto en lo cuantitativo y, de primeras, un aumento en la fortaleza del centro del campo. El senegalés, en su debut, demostró que es mucho más que eso.
Criterio, colocación, inteligencia y un gran desplazamiento en largo. Pape Gueye fue una de las grandes sorpresas del once de Jorge Sampaoli este domingo (todos esperaban a Fernando) y el mediocampista explicó el porqué sobre el césped.
El senegalés disputó 83', contó con un 88% de acierto de pase y completó los cinco pases en largo que intentó. Justo lo que buscaba Sampaoli con él. Ganó siete de los diez duelos disputados (1/1 en balones aéreos) y tuvo una pequeña ocasión que desmoronó al no conectar bien con el balón.
El argentino sabía que su equipo necesitaría físico en el centro para luchar con los Pedri-Gavi y compañía, pero también necesitaría un plan para salir de la presión azulgrana y Gueye, a diferencia de otros futbolistas, se lo podía ofrecer.
Control, desplazamiento; control, desplazamiento. Gueye aparecía en el mediocampo para intentar oxigenar a su equipo y buscar, a través de balones en largo, el espacio en la presión.
Evidente, en un partido que recibes tres goles, no era el mejor escenario para sacar conclusiones de su fichaje, pero Pape Gueye no desentonó y firmó un digno encuentro.
El senegalés demostró que es mucho más que físico. Su fichaje puede aportar (y mucho) y, de primeras, ha dejado como suplente a un futbolista como Fernando, que era imprescindible en este tipo de escenarios hace meses, y que bien necesitaba tomar oxígeno tras acumular varios encuentros disputados.
El primero de Pape Gueye, con nota. Un nuevo recurso para Jorge Sampaoli, que bien necesita ideas y oxígeno para esta segunda vuelta.
Como el Mallorca al madrid como le juega el osasuna si ellos corren pues tu tienes que correr el doble y colgar balones y chutar desde afuera del área siempre será difícil pero si te metes debajo del larguero y les dejas hacer su juego que les sale de maravilla pero si encima no presionas ni nada pues tarde o temprano te marcan ý una vez abierta la lata uno detrás de otro
Estamos recuperando poco a poco, hay que ir con pies de plomo, el más tonto te pega un revolcón, y hay que ir paso a paso. Este partido sabíamos que se iba a perder, no nos rompamos las vestiduras. Ahora toca el Mallorca, dónde sí hay que estar con el equipo, como siempre, e intentar sacar los tres puntos. De nada sirve criticar los fichajes del mercado invernal, se ha hecho lo que se ha podido, sin un duro, ya me diréis. Al final de temporada, es hora de pedir cabezas. Ahora, Sevilla, Sevilla, Sevilla.
Otra vez la Prensa ya está bien por justificar al Mago Ramom
Jugar sin complejos, porque lo del que nunca se rinde, hace tiempo que se olvidó, sobre todo con esos equipos. Hay que echarle más coraje, por no decir otra cosa y más amor propio
Aqui el problema es la "magnifica" plantilla que ha preparado el direrctor deportivo. Despues del presidente, es el maxim0o responsable de esta debacle.
Hasta la muerte tienes toda la razón. Al beti le pasó igual a los pobres, le metieron 4 el Celta, si es que no puede ser, haber como le juega el euro beti del ingeniero, pobrecito lo que lloraba el llorón después del partido, se salía de la pelleja que dicho de paso tiene pa dar y regalar.
Hombre por favor, entre este y el recuperado Suso que nadie dude que alcanzamos la Champions
Hay un entrenador en cada uno de nosotros, pero, díganme ustedes, cómo le jugamos al Barcelona, en su estadio y con el equipo que tenemos?. Sí le jugamos de tú a tú, nos meten un saco. Si jugamos arropaditos, nos meten un saco, si jugamos a defender, nos meten un saco. Cómo les jugamos?. Siempre es difícil la visita a éstos estadios, aunque sea en una temporada, en la que estés bien, p.e. la pasada, también perdimos. Porque aunque hagas un partido perfecto, tienen jugadores que son desequilibrantes, y como último recurso, siempre el árbitro pitará de su lado. Díganme, cómo les jugamos?.