"Estamos analizando todas las opciones de recuperación para volver lo antes posible", escribía el Papu Gómez en sus redes sociales hace justo cinco semanas, las mismas que el Sevilla FC cree que tardará en volver a entrenar con el grupo tras la operación de este viernes. El cuerpo médico, junto al futbolista, apostó por un tratamiento conservador y la carta, otra vez, volvió a salir cruz.
Los caminos eran evidentes. Una vez que el Papu Gómez volvió a Sevilla, tras el Mundial de Qatar, el cuerpo médico del conjunto blanquirrojo detectó su lesión de tobillo y, con ello, tenía dos opciones: el quirófano, una decisión que hubiese sido un auténtico terremoto en el Sánchez-Pizjuán teniendo en cuenta los precedentes del futbolista, o un tratamiento conservador en el que se le pudiese ver ejercitándose, poco a poco, hasta llegar al grupo. Se tomó la segunda, pero no ha sido suficiente.
Tal y como ha explicado el club en su página web, "el tratamiento conservador al que fue sometido el jugador inicialmente, supervisado por los médicos del Sevilla FC y de la selección argentina, fue evolucionando, pero el internacional argentino no se encuentra al 100% de su capacidad, una vez comenzado el trabajo con el grupo. Ante esta tesitura, se ha optado por operar al jugador, cuyo periodo de baja estimada será de cinco semanas". Una decisión médica que puede marcar su temporada.
El Papu conocía los riesgos, sabía que ese tratamiento conservador podía no tener el resultado esperado, pero quería intentarlo. Tras una primera vuelta decepcionante, el argentino se marchó al Mundial, su gran objetivo personal en la temporada y en Qatar tampoco brilló en demasía. Se lesionó y volvió a Sevilla, donde estaba siendo duramente criticado, sin opciones de entrar en el once.
Ni sus mensajes motivadores pudieron cambiar la opinión de la afición, que le señalaba como uno de los favoritos para abandonar la entidad en invierno. Sus minutos ante el Elche estuvieron marcados por los pitos de los presentes y su vuelta al césped, pronosticada para finales de marzo, podría ser aún peor.
Nadie sabe qué habría pasado si el tratamiento conservador del Papu hubiese resultado, si hubiese tenido la oportunidad, a través de su fútbol, de cambiar los pitos por aplausos, pero este mes (y pico) que estará nuevamente parado sí señala a un único camino: su vuelta al Sánchez-Pizjuán no tendrá demasiados aplausos.
PA, EL PAPU CON TODOS LOS RESPETOS SOCIALES QUE MERECEN TODAS LAS PERSONAS, QUE NO LOS RESPETOS PROFECIONALES QUE JAMAS LOS TENDRA DE LOS AFICIONADOS SEVILLISTAS, POR SER TAN SIRVEGUENZA A NIVEL PROFECIONAL, TE DESEO LO MEJOR Y MAS LEJOS DE NOSOTROS.....
Por favor Monchi ya está Bien vete que forma de hacer el ridículo