Todo empezó con Mendilibar. Y todo puede acabar con él. Bono, guardameta del Sevilla, se marchó de concentración con Marruecos dolido, pidiendo un cambio en el club, y volverá a la ciudad deportiva con un nuevo entrenador... ¿y una nueva situación?
Hasta el momento casi nadie dudaba. Bono, que empezó a ser titularísimo en el Sevilla tras la lesión de Vaclik ante el Eibar de Mendilibar, parecía indiscutible en el club y ni las actuaciones de Dmitrovic ante equipos como Almería o PSV, le quitaban el sitio.
La historia ahora puede cambiar. Llega al Sánchez-Pizjuán Mendilibar, con Dmitrovic renunciando a marcharse con su selección y siendo el segundo jugador más utilizado por Mendilibar en su carrera.
Esta situación, por si fuese poco, llega con Bono seguido por multitud de equipos. El tercer mejor portero del pasado año, uno de los nombres propios del Mundial de Qatar, confesó recientemente que contaba con ofertas para salir en enero, pero las rechazó al creer que no era el momento ideal para marcharse.
Nadie omite, a nadie se le escapa, que el marroquí sigue siendo uno de los principales activos del club y una más que probable venta en verano (por lo económico), por lo que su ausencia en el tramo final de temporada -posiblemente- tampoco ayudaría en un futuro mercado.
'Con' Mendilibar empezó todo, con aquella lesión de Vaclik, con aquél paradón de Ocampos ante su ahora compañero Dmitrovic, con aquella magnífica Europa League... y ahora todo puede acabar con el técnico ex del Alavés.