El Sevilla de José Luis Mendilibar es bombero y pirómano a la vez. Es bombero porque ha apagado la hoguera de los miedos, se ha alejado de los hornos de la clasificación, ha echado agua al fuego que lo ha quemado casi toda la temporada. Y es pirómano porque ha prendido alguna que otra chispa. La de la ilusión con la Europa League, cuyos cuartos de final se dirimirán ante el United el jueves, por supuesto. Pero también ha generado nuevas facultades en el equipo. Por ejemplo, la seguridad. Quizás por primera vez en la temporada. La seguridad defensiva, la seguridad en el trabajo que se hace. Otra chispa que ha saltado es la de la practicidad. El Sevilla es pragmático, lo ha sido en Mestalla y lo es en cada encuentro que suele abordar desde la llegada del vasco al banquillo.
La victoria lograda ante el Valencia aleja al Sevilla de la zona caliente de la clasificación. Lo deja momentáneamente a la misma distancia del descenso directo que de la séptima plaza, ocho puntos. Y a pesar de sus vaivenes, marca las diferencias entre un equipo recuperado y otros sumido en una cuesta abajo y sin frenos.
No hizo nada del otro mundo el conjunto de Mendilibar. Fue práctico, sencillo. No quiso arriesgar donde no se debe y esperó sus oportunidades. Oportunidades que suelen aparecer cuando el Sevilla se enfrenta a conjuntos no gigantes, y las aprovecha. Además, el VAR esta vez fue condescendiente. El balance fuera de casa era nefasto hasta la llegada de José Luis. Pues bien, desde entonces, dos victorias, dos por 0-2, y un empate en Old Trafford a domicilio, y luego un empate a dos con diez igualado en el descuento ante el Celta. Balance más que decente, muy bueno.
Resultados ahora sustentados, al menos en LaLiga, en una seguridad defensiva casi desconocida, un compromiso y una solidaridad también novedosa, y una practicidad, una eficacia que eleva al Sevilla a otro estatus. El nivel que pueda alcanzar ya se verá, pero ya da otro más competitivo.
Así jugadores que antes eran mediocres, ahora son la diferencia, cuando no te pegas tiros en el pie, el equipo anda. Y cada vez más rápido.
Ahora, una vez apagado el fuego en Mestalla, toca poner al rojo vivo Nervión para recibir al Diablo.
¿AÚN QUEDA VENENO TRAGADO DURANTE MUCHOS AÑOS?
Ya están nerviosa las ratas porque despertó el grande ...nada de soñar aquí es realidad todo
Peña Sevillista Medina Cantalejo Yaaa