Una explosión de alegría, una noche mágica, uno de esos momentos, como contaban los jugadores blanquirrojos en la previa, de los que se merecía la hinchada del Sevilla. Público y jugadores, en sintonía, celebraron por todo lo alto el pase a la semifinal de la Europa League tras vencer al Manchester United.
Fueron poco más de 90', pero en Nervión parecieron el doble. El Sevilla consiguió eliminar este jueves al Manchester United tras la enésima demostración en la competición europea de coraje, entrega... y espectáculo en las gradas del Sánchez-Pizjuán.
Animando desde casi 40' antes del inicio del encuentro, el Gol Norte no guardó silencio más allá de los 15' reglamentarios de descanso (y bocadillo). La caldera se fue calentando con los goles -incluido con el anulado a Ocampos- y acabó explotando tras el pitido final.
Dmitrovic, Bono y Alberto se abrazaban en el centro del campo, En-Nesyri, tirado en el suelo, miraba al cielo y Jesús Navas, tras saludar a sus compañeros y rivales, andaba muy despacio hacia el Gol Norte del Sánchez-Pizjuán.
Le acompañaba Lucas Ocampos, pletórico, con las medias bajadas tras el esfuerzo, pero apretando el puño y dando pequeños saltos. Y entonces llegó la conexión.
La plantilla al completo, con jugadores como Marcao, que se marchó lesionado, Jordán, baja por lesión, y Pape Gueye, no inscrito, saltaban en el área pequeña y, mientras tanto, el Sánchez-Pizjuán cantaba y daba brincos de alegría.
Otra noche mágica en el Sánchez-Pizjuán con final feliz. La noche acabó con sevillanas y un cántico entonado antes de la semana de Feria: "Sevilla tiene un color especial".
Donde están esos mediocres que desian que su equipo Ivan a ganar la liga y la Europa liga donde están ya no saludas al luisito mediocre bocazas.