Diego Capel, exjugador del Sevilla y uno de los artífices de las dos primeras Europa League del equipo, vivió a flor de piel la final de Budapest. Las cámaras de ElDesmarque estuvieron allí y con él la montaña rusa que fue el partido: el gol de Dybala, el gol en propia, el milagro de Bono y los penaltis.
En el vídeo superior, la final de Capel: del sufrimiento inicial a la emoción de la séptima
Las cámaras de ElDesmarque vivieron con Diego Capel la frenética final del Sevilla de la Roma en Budapest. El partido tuvo de todo, y las emociones llenaron la habitación del exjugador del Sevilla, quien se mostró contento, pero nervioso desde el principio. Mordiéndose las uñas llegó el primer gol del partido. Dybala batía a Bono tras una jugada protestada por los sevillistas. Los amigos de Capel vieron falta clara, pero el sevillista sabía que no era gol. “Esto en España te lo pitan, pero en Europa…”, decía decepcionado.
Capel sabía lo que tenía que hacer Mendilibar y el Sevilla en el descanso. “Tiene que cambiar el chip. Los italianos mantienen muy bien el resultado”. Pues dicho y hecho. La entrada de Suso y Lamela dio alas a los blanquirrojos. En el minuto 55, un centro de Navas por su banda golpeó en Mancini metiéndose en la portería de Rui Patricio. La alegría se apoderó de Capel y sus amigos. Pero aún faltaba mucho.
Un milagro de Bono dejó al de Albox petrificado en el minuto 67. Los nervios se volvieron a cernir en el salón, hasta el 75’. Posible penalti al Sevilla que tuvo que ser chequeado. Capel, sabiendo más de fútbol que nadie, conocía la decisión. “No es nada”. De nuevo, así fue. La segunda parte se le escapaba entre los dedos al Sevilla que a la postre acabó mandando el partido a la prórroga.
La prórroga no dio más de sí y llegaron los penaltis. Dos salvadas del portero blanquirrojo y la infalibilidad de los sevillistas trajeron la séptima. En la celebración, la emoción pudo con el exsevillista. El Sevilla, su Sevilla, vuelve a ser el Dios campeón.