José Luis Mendilibar fue sin duda el gran triunfador de la pasada temporada en el Sevilla FC. El vasco llegó en una situación límite para intentar revertir la crisis y superó con creces las expectativas. Un corto pero exitoso bagaje que le hizo ganarse con rotundidad la renovación. Ahora el técnico sevillilsta experimentará un nuevo escenario en el club nervionense.
Ese será el gran reto de Mendilibar, que afrontará una temporada desde el comienzo y con una exigencia diferente a la que vivió en los apenas dos meses del curso ya cerrado. Un Sevilla que vive cambios desde su estructura con la salida de Monchi y la llegada de Víctor Orta a la dirección deportiva y que vuelve a ser equipo de Champions League, el que nuevamente será el objetivo.
Desde luego Mendilibar se moverá con crédito ganado a pulso. No sólo salvó al Sevilla y espantó fantasmas del descenso, sino que conquistó la séptima Europa League que pocos pensaban que pudiera hacer, cuando el primer rival era el Manchester United. Expectativas superadas y de los meses firmados inicialmente, pasó a renovar con el clamor evidente.
Fueron 17 partidos de Mendilibar en el banquillo del Sevilla con un balance nueve victorias, cinco empates y tres derrotas. Fue una presión diferente a la que ahora experimentará el vasco que cayó de pie en el banquillo sevillista pero deberá subir un escalón más. El reto es convertir el idilio de esos meses iniciales en una constante de un equipo que tiene como objetivo estar arriba.
La vuelta a la rutina del año, lejos de la efervescencia del final de curso, es su reto. Queda por saber con qué plantilla lo hará, dado que podría cambios con salidas de algunos futbolistas claves. De momento, Mendilibar sabe que contará con Federico Gattoni, Loïc Badé, ya en propiedad, y Adrià Pedrosa como primeras novedades.