Otra vez. Al igual que ocurriese hace unos años en Budapest, por aquel entonces contra el Bayern de Múnich, Youssef En-Nesyri tuvo en sus botas la oportunidad de brindar al Sevilla FC su segunda Supercopa de Europa. Si en 2020 fue Manuel Neuer su verdugo, esta vez fue Ederson, el guardameta del Manchester City, quien le negó hasta en cuatro veces tal posibilidad. Unos fallos que a buen seguro lamentará el delantero marroquí, como así lo atestigua su rostro, desolado, en el banquillo.
El ariete realizó un esfuerzo encomiable durante todo el encuentro y mantuvo vivo, mientras aguantó el equipo, el sueño del Sevilla FC, logrando el gol que abría el marcador ante el Manchester City. Pero ante el campeón de la Champions League no se debe perdonar... y si se hace, se termina pagando caro. Hasta en cuatro ocasiones se plantó solo En-Nesyri delante del marco que defendía Ederson.
Las dos más claras, en la primera mitad, con dos mano a mano, que el guardameta brasileño tapó. En la primera En-Nesyri no supo definir un pase medido de Ocampos, errando en el remate, y en el segundo sí que fue el portero rival quien se mostró con más acierto.
El marroquí, aunque sin acierto, se dejó el alma sobre el césped y Mendilibar lo cambió en las postrimerías de partido. Justo después, ya con la Supercopa de Europa en manos del Manchester City, se vio una imagen cuando menos desgarradora. Youssef En-Nesyri, en solitario, desolado y cabizbajo en el banquillo, muy probablemente lamentándose por los fallos que cometió ante el conjunto dirigido por Pep Guardiola.
Una imagen que, junto a las lágrimas de Yassine Bono, en el que pudo ser su último partido con el Sevilla FC, demuestran las ganas que tenía el equipo de levantar este trofeo. Como dijo Rakitic, "la queríamos más" que el Manchester City. Caprichos del destino, la historia volvió a repetirse. Una serie de errores privaron al equipo de levantar su segunda Supercopa de Europa. Pero habrá revancha. Seguro.
Al término del encuentro, el presidente atendía a los micrófonos de Movistar, lamentándose de los errores arriba: "Es un día triste, estoy triste, enfadado, igualmente orgulloso del partidazo de mi equipo. Es una pena que no hayamos conseguido ninguna de las opciones de gol que tuvimos antes. El fútbol es como es, En-Nesyri ha fallado varios goles, a veces marca y a veces no. Tuvimos opciones para tener más desahogo ante este equipazo al que felicito públicamente".
"Hay que estar orgullosos de jugadores y entrenadores. Hemos hecho un auténtico partidazo ante un equipo muy potente. Hemos sabido jugarles, solo nos ha faltado haber acertado. Ellos en la primera parte estuvieron bien, pero en la segunda hemos tenido ocasiones para poder haber marcado un segundo gol que creo que hubiese sido definitivo. En los penaltis, a veces se acierta y a veces no", añadía José Castro, respaldando el esfuerzo realizado por la plantilla.
Un delantero centro al que le sobran los pies porque no sabe que hacer con ellos. Eso lo hace difícil de vender.
En-Nesyri, quédate, En-Nesyri quédateeeeeee...
Tranquilo hombre siempre tendrás Manolón, Atonñito, Florencio, Chazarri pa comerte los eggs