El Sevilla FC ha cerrado el mercado de fichajes con números más que positivos. Al menos en lo que se refiere al plano económico, pues será la pelota quien determine si la planificación ha sido buena o no. Víctor Orta afrontaba el verano más delicado de los últimos años, condicionado por la precariedad económica, que ha obligado a la dirección deportiva a utilizar una política low cost. Una nueva dinámica enfocada a reducir el límite salarial, que se ha reducido en aproximadamente 20 millones.
Era el propio Víctor Orta quien sacaba pecho por este logro, habiendo pasado de los 191 millones de tope salarial que impuso LaLiga el pasado curso, a los 170 que el club tiene durante esta 23/24. Un nuevo estatus logrado por la liberación de descartes y altas fichas, como las del Papu, Tecatito, Rony Lopes o Delaney, y la llegada de jugadores a bajo coste.
Cuando Víctor Orta llegó, Monchi ya había cerrado el fichaje de Federico Gattoni en invierno, el de Adriá Pedrosa y había ejecutado la opción de compra de Loïc Badé. Asimismo, la renovación de Nemanja Gudelj, el único jugador que acababa contrato en 2023, había quedado encarrilada.
A partir de entonces, la gran carrera del director deportivo fue la de soltar lastre, pues hasta una treintena de futbolistas del primer equipo se han puesto a las órdenes de José Luis Mendilibar a lo largo del verano y el límite salarial cercenaba muchas de las opciones del club. Las primeras salidas que dio el madrileño fueron las de varios canteranos -Luismi Cruz, Carmona…-, pero hasta el 30 de julio no se marchó Karim Rekik, con destino al fútbol árabe, concretamente al Al-Jazira de los Emiratos Árabes Unidos.
La primera operación del mes de agosto fue la salida de Rony Lopes, de manera definitiva, al Sporting de Braga, cerrando así la etapa de uno de los peores fichajes de la ‘era Monchi’ en el Sevilla. Hasta el 4 de agosto no llegó el primer fichaje de Víctor Orta, que se hizo con los servicios de Djibril Sow, centrocampista internacional suizo que llegó procedente del Eintracht de Frankfurt.
Tras las salidas de otros canteranos como Iván Romero, Carlos Álvarez o Pedro Ortiz, y la cesión de Augustinsson al Anderlecht -donde acabaría una semana más tarde Delaney- hubo que esperar hasta después de la Supercopa de Europa para que se produjera la gran venta del verano sevillista. Yassine Bono, héroe tantas veces, se marchaba al Al-Hilal saudí a cambio de 22 millones de euros. Tres días más tarde, el 20 de agosto, llegaba Örjan Nyland para cubrir su hueco en la portería, en una de las operaciones más polémicas del verano. El noruego estaba libre tras varias temporadas sin jugar con continuidad.
Una de las apuestas de Mendilibar en esta temporada es la del canterano Juanlu, que se ha ganado un puesto en la plantilla hasta el punto de que Gonzalo Montiel se quedaba sin sitio. El lateral campeón del mundo se marchaba cedido al Nottingham Forest, con una opción de compra que será obligatoria si se dan determinadas variables fáciles de cumplir. Tras la salida del argentino, un día después se hizo oficial el tercer fichaje de Orta, el de Dodi Lukebakio, que llegaba procedente del Hertha de Berlín.
Durante la última semana se produjo un parón en las operaciones, hasta que el último día llegó la locura. En apenas unas horas, el Sevilla rescindió los contratos del Papu Gómez y Oussama Idrissi, cedió a Óscar Rodríguez al Getafe y dejó cerrada la salida de Tecatito Corona, que vuelve a México para jugar en Rayados de Monterrey. Además, se oficializó el fichaje de Boubakary Soumaré para apuntalar el centro del campo y se anunció el principio de acuerdo por Mariano Díaz, la opción que surgió a última hora para la delantera, la demarcación que Mendilibar insistía públicamente en reforzar. Y cuya ficha tendrá el mismo coste casi que el de Iván Romero. El fichaje del hispanodominicano fue avanzado por ElDesmarque.
Y ya con el mercado cerrado, se desvinculó Tecatito Corona y llegó Sergio Ramos. Queda pendiente además ver qué sucede con Adnan Januzaj, inscrito a última hora en LALIGA EA Sports, pero con muchas opciones de marcharse a Turquía o Arabia Saudí, cuyos mercados acaban más tarde que en España. En total, el Sevilla acaba el verano con ocho caras nueva y con un total de 13 operaciones de salida, diez de ellas de jugadores adscritos al primer equipo.
Política Los cost y se gasta 40 m €. Y los que no lleguen A esos números, que política han llevado?