Sergio Ramos está empeñado en terminar de disipar las pocas dudas que quedan sobre su regreso. El central sevillano ha rechazado todo tipo de ofertas para regresar al Sevilla FC, 18 años después, y quitarse así la deuda que tenía tanto con la afición como con su familia. Aunque lleva cuatro meses de inactividad, el defensa podría debutar este mismo domingo si José Luis Mendilibar lo estima oportuno, algo que, a tenor de las carencias defensivas, muy probablemente pueda producirse.
Aunque no ha realizado pretemporada grupal, el defensa ha trabajado sin descanso a lo largo del verano y durante estos días ha aprovechado hasta los días libres para sumar cargas de trabajo. Y para muestra, la de ahora. La plantilla no regresa a los entrenamientos hasta este martes, pero eso no ha impedido que Sergio Ramos lo haga. El central ha aprovechado el día libre para ejercitarse en su gimnasio particular y continuar con su puesta a punto.
Si Sergio Ramos participa contra Las Palmas, habrán pasado 18 años y 20 días desde su último partido oficial con la elástica sevillista. Más concretamente habrían transcurrido 6.594 días desde aquel Sevilla 1-0 Racing de agosto de 2005, apenas unas horas antes de cerrar su salida al Real Madrid.
Una salida que no fue tal y como se contó. Esos rescoldos no se han apagado desde el mismo día su marcha, cuando la discusión por un malentendido con las comisiones de su venta con el presidente José María del Nido degeneró en una catarata de agravios mutuos. Algo que ahora quiso aclarar el jugador, contando la verdad sobre todo lo que sucedió entonces.
"No soy una persona rencorosa. Soy una persona que olvida. Cuando me fui, el único problema es que las cosas se contaron mal. Aprovecho para contarla, la historia es muy larga. Se vendió que lo mío fue un pago de cláusula cuando fue un traspaso y acuerdo por ambos clubes, es la única diferencia. Que la gente no lo supo o se contó otra historia en ese momento", contaba Sergio Ramos en su presentación oficial.