Pese a los rumores de su salida, Marcos Acuña va a cumplir su cuarta temporada en el Sevilla FC, aunque se encuentra en estos momentos trabajando en su recuperación. El lateral izquierdo argentino, que ya no pudo jugar ante el Girona FC, ha estado este miércoles trabajando en solitario sobre el césped con la idea de volver cuanto antes.
De otra lesión, de la que el año pasado amenazó con dejarle fuera del Mundial de Catar que acabó ganando con Argentina, ha hablado en su país el futbolista. Entrevistado en un programa de la televisión pública que repasa el título conseguido por la Albiceleste, ha contado cómo fue ese momento en el que no tenía nada claro que iba a estar en la cita mundialista. “Sufrí mucho en la previa del Mundial. Me lesioné en la pretemporada con el Sevilla FC, me agarró una pubalgia. Desde julio hasta que terminó el Mundial, más o menos, tenía que estar tirado cuatro o cinco horas al día en una camilla. Siempre estaba infiltrándome en el club para que viesen que estaba jugando y no quedarme fuera de la lista. Fueron momentos muy duros. Yo me la pasaba desde la mañana hasta la noche tirado en la camilla tratando de recuperar”, ha explicado.
"Fue hermoso poder llegar al Mundial y jugarlo. En el anterior me tocó jugar un solo partido y me había quedado con las ganas. Le agradezco mucho al fisio de la selección, Pablo Capuchetti. Él estuvo conmigo 50 días después de la gira de Estados Unidos, se vino a Sevilla para tratarme y la verdad es que me salvó. Me terminó de curar la pubalgia y gracias a él pude jugar el Mundial. Allí me infiltraba para dejarme dormir un poquito y al otro día poder entrenar mejor. Por suerte, pude jugarlo. Lo hice con dolor, pero di todo lo que tenía", añadió.
Además, Acuña tocó más temas relacionados con el Mundial.
El liderazgo de Messi. “Para mí, Messi es el gran líder del país. Sin él no hubiésemos logrado el Mundial. Para mí excede lo futbolístico, excede todo. La gente entendió eso y creo que hemos logrado cosas gracias a ese apoyo. La unión que hubo desde la Copa América que ganamos en adelante fue algo increíble que yo nunca había visto”.
El penalti decisivo y su intervención. “En la atajada de Dibu contra Francia yo justo estaba detrás de Kolo Muani y cuando le pega no me quedó otra que decir: '¡Kiricocho!' Me salió del alma y nos salvó el Dibu. Fue una copa soñada”.