El Sevilla de Diego Alonso ha entrado en barrena. Parece casi imposible hablar de dicha situación apenas "cuatro semanas y media" después de su llegada al cargo, pero la realidad es que, lejos de la imagen ofrecida ante el Real Madrid, los del técnico uruguayo ni ganan ni convencen. En ElDesmarque analizamos uno de los grandes déficits del equipo blanquirrojo con su nuevo entrenador.
Defendía Diego Alonso en su comparecencia de prensa tras el empate de este pasado domingo ante el Real Betis que su equipo, a pesar de los nervios de la primera mitad, tenía valentía, sabía "construir" y que "no lo hace fácil, pero sí lo hace con constancia", sin embargo, los datos blanquirrojos no son demasiado optimistas.
El Sevilla de Diego Alonso, en comparación con el de José Luis Mendilibar, se ha caracterizado por ser un equipo que trata mucho más el balón, que suma más posesión, pero por el momento, ineficaz.
Como ejemplo, los datos, detallados, del pase sevillista. El pasado domingo el Sevilla dio un total de 443 pases, 164 más que su rival, el Betis, creando, posiblemente, menos de la mitad de peligro que su rival. Con un 60% de posesión, se supondría que dominó el encuentro, sin embargo, lejos de la suposición, el Sevilla nunca llegó a tener largos tramos de control.
En lo que sí acertó Diego Alonso es en que su equipo, posiblemente, recibió el gol cuando menos lo merecía, cuando más controlado tenía el partido.
Sin embargo, este no es el dato más preocupante de la cita. Si mirásemos la importancia de los pases, el 66.57% fueron hacia atrás o laterales, mientras que hacia adelante solo fueron 33.43% de los mismos.
La combinación más repetida, si el porcentaje no fuese suficiente, fue la vivida entre Gudelj a Badé (13 veces repetidas), Rakitic a Pedrosa (12) y Soumaré con Navas y Badé (10). La siguiente, la de Badé con Soumaré (10).