Un mes altamente complejo. El Sevilla arranca este viernes diciembre con la mente puesta en el encuentro ante el Villarreal pero, por si el desafío fuese poco, con muchas cuestas por delante en su mente que tendrán que subir con Diego Alonso... o sin él.
Porque la continuidad del charrúa más allá del domingo, posiblemente, nadie la puede asegurar. El Sevilla continúa agarrándose a un clavo ardiendo para pensar en la recuperación milagrosa del equipo, pero la realidad es que parece que ni la afición ni parte del consejo cree en Diego Alonso.
Sea cual sea el futuro del uruguayo, lo único claro es que, como dice aquél, lo que permanece es el escudo y la afición, y ambos deberán afrontar un mes de diciembre complicadísimo que bien recuerda al mes de enero de principios de año.
El primer reto, casi decisivo para Diego Alonso, será el Villarreal. El conjunto dirigido por Marcelino, que bien podría haber sido el entrenador del Sevilla, llegará este domingo al Sánchez-Pizjuán tras vencer en la Europa League.
Tras los amarillos, pase lo que pase, llegará la Copa del Rey, un enfrentamiento venenoso, teniendo en cuenta que el Sevilla tiene mucho que perder pero muy poco que ganar ante un rival tan inferior.
La cosa no queda ahí, porque tras la competición copera, habrá que visitar al Mallorca y al Lens jugándose la permanencia en Europa League. Después recibirá al Getafe, que nunca es sencillo, y cerrará el año visitando al Granada, primero, y al Atlético de Madrid después.
El día 23 acabará el eterno año sevillista. Con Diego Alonso o sin él. Recuperados, con oxígeno y con confianza... o hundidos en la clasificación como hace apenas un curso.