Compromiso, profesionalidad, responsabilidad e incluso honradez. Muchos son los adjetivos que podrían colocarse alrededor de la figura de Marcao, jugador del Sevilla, tras el increíble esfuerzo realizado este sábado, entrenando, primero, y viajando, después, con sus compañeros para jugar ante el Racing de Ferrol horas después de perder a su padre.
La historia de Marcao en el Sevilla no está siendo, ni mucho menos, sencilla. El brasileño llegó a Nervión llamado a ser el sustituto de Diego Carlos, uno de los mejores centrales de la historia reciente en el Sánchez-Pizjuán, pero desde el primer día sus problemas físicos le evitaron asentarse.
Las luces mostradas con Sampaoli se apagaron rápidamente con nuevos problemas físicos y ni con Mendilibar, ni con Diego Alonso, pudo acumular minutos en la temporada en la que tantos le esperaban.
Otros, muchos otros, podrían haberse rendido, pero Marcao apostó por devolverle, con mucho trabajo, todo lo que le habían dado todos los que apostaron por él.
Marcao está convencido (convencidísimo) de que tiene sitio en el Sevilla. Quiere brillar en Nervión, quiere convencer al Sánchez-Pizjuán de que es muy válido y puede ayudar al grupo a levantar esta complicada temporada.
Para ello, el brasileño acumula semanas (y muchas) de trabajo extra, de visitas a especialistas, de dobles sesiones en la ciudad deportiva y, como muestra, de máximo compromiso más allá de situaciones personales.
La desgraciada pérdida de su padre, tras varios años de pelea contra la enfermedad, no le ha llevado a borrarse bajo ningún concepto: Marcao no quiere parar y sabe que no existe mejor homenaje que seguir luchando.
A pesar de los rumores, y de la llegada del mercado invernal, en el club están muy satisfechos con su trabajo, con su empeñó -él mismo cuenta a su entorno que se siente cada vez mejor en lo físico- y para muestra, los minutos que Quique Sánchez Flores le ha dado desde que llegase al conjunto blanquirrojo.
Marcao, contra viento y marea, sigue peleando, sigue con su carrera para volver a su prime, a su mejor versión.