El sevillismo es una afición curtida en mil batallas, de las grandes alegrías deportivas a las decepciones, pero también ha pasado tragos muy duros. Uno de ellos sucedió el pasado jueves, cuando tres aficionados sevillistas, un padre y dos hijos, fallecieron en un accidente de tráfico cuando viajaban camino de Madrid para apoyar a su equipo ante el Atlético, en el partido de cuartos de final de la Copa del Rey.
El Sevilla FC decretó el luto oficial, y en todos los campos de LALIGA se ha guardado un minuto de silencio. Ninguno de ellos, como es lógico, tan sobrecogedor como el que se ha vivido este domingo en el Ramón Sánchez-Pizjuán, justo antes de que comenzara el partido ante el CA Osasuna.
🙏🏻 Minuto de silencio por los aficionados del @SevillaFC fallecidos esta semana. Descansen en paz.
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— GOL PLAY (@Gol) January 28, 2024
Con los dos equipos rodeando el círculo central y la grada en pie, el Sevilla había dispuesto flores en el centro del campo y tres camisetas con los nombres de Antonio, Antonio hijo y José, los tres moroneros que murieron siguiendo a su equipo. En la megafonía sonó la marcha procesional ‘Nuestra Fe’, de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Fuensanta de Morón, que esta vez sustituyó a la ya habitual ‘Amarguras’, utilizada últimamente. Un guiño más a una familia que, además de sevillista, estaba muy relacionada con la Semana Santa de su localidad.
En la grada de Gol Norte bajo, donde se coloca Biris Norte, colgaban cuatro banderas negras, y unas pancartas de reconocimiento en las que se podía leer. “Recorriendo kilómetros, honrando el escudo. Descansen en paz”. Al término del minuto de silencio, el Sánchez-Pizjuán rompió en una emocionante, unánime y larga ovación, de las que Nervión ha brindado en contadas ocasiones en su historia. El sevillismo sabe cómo despedir a los suyos.