Una situación verdaderamente compleja. El Sevilla FC, tras el cierre del mercado invernal, afronta la segunda, y decisiva, parte de la temporada con hasta ocho hombres capaces de jugar como delanteros para solo dos puestos... y una competición. La gestión de Quique para el ataque, clave para la salvación.
Son hasta ocho hombres. Cinco naturales (Isaac, Mariano, Rafa Mir, En-Nesyri y Alejo) y tres complementos como son Ocampos, Lukebakio y Lamela. A ellos, si sigue en el club, habría que sumarle a Januzaj, aunque el belga, después de su enfrentamiento con Orta, parece totalmente condenado en la entidad. Ocho para dos puestos.
Desde que llegase Quique al Sevilla, y tras algunas pruebas no demasiado satisfactorias, el club hispalense se ha asentado en un 1-5-3-2 en el que Lucas Ocampos e Isaac Romero, el primero por su trabajo y el segundo por sus goles, se han convertido en las dos grandes referencias.
La aportación, mínima, de Rafa Mir o las recuperaciones de Mariano y Lamela, han dado alternativa, pero sin lugar a dudas el debate se abre (y mucho) ahora: En-Nesyri reclama su puesto y Alejo llega para sumar.
La gestión, al menos por el momento, será más sencilla en este primer tramo. Lamela ha vuelto a caer lesionado, Mariano sigue con sus problemas de rodilla y Lukebakio, aunque empieza a pisar verde, parece probable que deba esperar algunas semanas más para reaparecer. Si estos tres hombres siguen así, serán cinco para dos sitios, sumándole un asterisco a Rafa Mir, hombre que deberá decidir si quiere aportar en este tramo final o tira la toalla de manera definitiva.
En estas, sumando todos los condicionantes, de primera Quique tendrá cinco, sumando a Rafa Mir, o a cuatro fijos en la pelea (Isaac Romero, Ocampos, En-Nesyri y Alejo).
Isaac Romero, mientras continúe marcando goles, seguirá siendo el 9 de Quique Sánchez Flores, ya que quitarle sería tirar piedras sobre su propio tejado, por lo que solo quedaría un sitio con una tremenda complejidad de gestión.
Ocampos, uno de los mejores del equipo, En-Nesyri, uno de los futbolistas con más valor y más posibilidades de venta, y Alejo, la apuesta de la dirección deportiva, deberían pelearse de domingo en domingo para tener minutos, algo que puede crear no solo problemas para los jugadores, sino también para un técnico que deberá contentar a todos con mínimas posibilidades.