La exigencia y la necesidad. Quique Sánchez Flores, entrenador del Sevilla, ha mezclado desde su llegada al Sánchez-Pizjuán tanta repercusión por los resultados como por sus decisiones. El técnico blanquirrojo, que sigue lejos de lo esperado, no ha dudado en tirar de los jóvenes cuando ha sido necesario, pero este viernes ha querido dejar claro que "tenemos que medirlo todo".
"Sabéis que no tenemos miedo de tener jóvenes en el campo. Si generan energía e ilusión, es fantástico. Otra cosa es la exigencia del encuentro, que lleve al chaval a una exigencia que no merecen", comentaba al ser cuestionado por la posibilidad de colocar a Hormigo como central ante el Atleti.
El entrenador, que admitió que Hormigo "tuvo momentos de incertidumbre" en Vallecas, reconoció que el camino del Sevilla, a pesar de esos 15' de dudas, es el de dar entrada a los jóvenes. "Estamos en eso. Durante la semana nos gusta subir jugadores al entrenamiento, jugadores que nos gustan cuando jugamos con los chicos. Nos fijamos en los que destacan y nos lo ponen difícil. Los queremos tener cerca. La prioridad es el primer equipo, pero también queremos ser sensibles con el Sevilla Atlético, que están haciendo una gran temporada y que quieren ascender, y todo eso tenemos que medirlo".
El entrenador, que disputó un "encuentro interno" esta semana como es habitual, ha contado con Idumbo y Mejía, dos de las sensaciones en el Sevilla Atlético, esta semana con él y los ha descrito como "ágiles, con mucha hambre, con mucho dinamismo". "Hacen todo lo que les pedimos. Son chicos que están demostrando su nivel, como destacan, son chicos que pueden apuntar al primer equipo".