El Sevilla FC consiguió tres puntos importantísimos después de derrotar al Atlético de Madrid por 1-0 gracias al gol de Isaac Romero. Un triunfo que el propio Quique Sánchez Flores celebró con rabia y abrazándose con los miembros del equipo después de sentirse liberado tras la mala racha del equipo. No es para menos, ya que por fin el equipo comienza a carburar y ya encadena dos triunfos consecutivos ante el Rayo Vallecano y el Atlético de Madrid.
Tres puntos fundamentales, sobre todo en el plano anímico, para romper con una sequía en casa de casi cinco meses sin ganar en LaLiga EA Sports. La última victoria fue a las órdenes de Jose Luis Mendilibar y ganaron por goleada a la UD Almería (5-1) por el mes de septiembre. Ha pasado mucho tiempo y mucho sufrimiento y algunos de los que mejor conocen esta situación son los hijos del actual entrenador, Quique Sánchez Flores. Por eso, al igual que su padre, estallaron totalmente eufóricos con el pitido final con el que obtenían la victoria. “No trates de entenderlo”, compartía Pablo, el hijo pequeño de Quique, en sus redes sociales acompañando de un vídeo en el que se abraza el resto de sus acompañantes y con el himno del centenario del Sevilla sonando.
El entrenador se mostró completamente orgulloso de su equipo tras la victoria en el Ramón Sánchez-Pizjuán y así lo reconoció en la rueda de prensa tras el partido. "Hemos jugado ante un gran equipo. La forma de conectar a los nuestros es esta, demostrándoles ambición, voluntad, cosas que son necesarias. Estoy muy contento, no es solo el resultado, sino la forma de hacerlo", comentó Quique.
El técnico del Sevilla también confesó el mensaje que le había trasladado al equipo tras la victoria. “A los jugadores les dije que nos estábamos perdiendo a un gran equipo. Creo que, juntándonos, defendiendo una idea de jugar, tenemos un equipo para hacer cosas bien. Tenemos físico, gente joven, con experiencia... tenemos muchas cosas que pueden surgir de querer hacer bien las cosas. Los resultados se precipitan, casi todo parece diferente, nadie parece el mismo. Tenemos que recuperar esa identidad para hacer un equipo”.