Había acabado el mercado de fichajes, pero el Sevilla FC se guardaba un as sobre la manga para realizar, quizás, la incorporación más mediática del verano en el fútbol español. Pasada la bocina, Sergio Ramos regresaba a Nervión 18 años después de haberse marchado al Real Madrid en una de las operaciones que más polémica ha desatado en los últimos tiempos. Tras dos temporadas en el PSG, el camero volvía a casa.
En su presentación, el central prometía sobre todo goles, algo extraño para un jugador que juega de defensa, pero después de seis meses en el club, está claro que es un hombre que cumple su palabra. Este sábado, ante la Real Sociedad, Sergio Ramos firmó un partido que lleva su etiqueta. Lideró a la defensa desde el centro de la línea de tres zagueros que ha engrasado Quique Sánchez Flores, tuvo dos desaplicaciones impropias de un jugador de su nivel que costaron dos goles, pero enmendó la situación cuando, pasada la hora de partido, hizo el 3-1 -el gol de la victoria- en una diana ‘made in SR4’.
En un remate parecido al que le hizo al Atlético de Madrid en la final de la Champions League de Lisboa, en 2014, Sergio Ramos cabeceó un centro de Óliver Torres tras una segunda jugada después de un saque de esquina. El balón hizo una parábola imposible para Álex Remiro, tocó en el poste y se introdujo en la portería realista. El gol de la tranquilidad, que puedes ver en el reproductor que encabeza esta noticia, y que celebró como no demasiadas veces había hecho en su carrera.
Con ese tanto, el camero vuelve a colocarse como el segundo máximo goleador del equipo en lo que va de temporada. La lista, encabezada por En-Nesyri con 13 goles, tuvo la irrupción de Isaac Romero, que en apenas unos partidos igualó los cinco goles que llevaba el defensor hasta su llegada. Con el del sábado, Sergio Ramos suma seis, uno más que el lebrijano.
Hasta ahora, Sergio Ramos ha marcado dos goles en LALIGA EA Sports, dos en la Champions League y dos en la Copa del Rey. El de este sábado fue el primero que marcó en el Sánchez-Pizjuán en competición liguera, el segundo tras el que le hizo al PSV en Champions. “Era un sueño volver aquí, mi abuelo, Puerta, todos ellos desde arriba merecen volver a escuchar mi nombre coreado, un gol mío en el Sánchez-Pizjuán”, dijo en su primera entrevista como sevillista. “Con muchas ganas de ponerme este escudo en el pecho nuevamente, marcar un gol, sentir que la grada se cae escuchando mi nombre”, añadía segundos más tarde. La leyenda ha cumplido su promesa, y ha vuelto a sentir lo que buscaba cuando decidió volver.